Opinión

El triple circo mañanero

viernes, 7 de agosto de 2020 · 08:41

Twitter: @HigueraB

Es curioso y terrible como la vida acomoda las cosas, dejen que me explique. Sin duda, las mañaneras del Presidente López Obrador es y fue un ejercicio inédito por parte de la institución presidencial, nunca antes se vio tal exposición voluntaria o forzada del titular del ejecutivo. Y es una pena que, por una necedad insólita e incomprensible, el mismo protagonista de éstas las haya transformado en un circo voluntariamente.

De hecho, las ha transformado en un doble circo mañanero. Al tiempo que se hacen malabares y actos de contorsionismo y los funcionarios, cual trapecistas sin red, hacen maromas aéreas de gran riesgo, el presidente lanza los leones y sacrifica aquellos que no son dignos de la historia o de ser llamados compatriotas por criticar su forma de tocar la lira. Cirque Du Soleil se encuentra con Nerón, el grande.

Las bromas sin sentidos, las preguntas a modo por parte de un elenco de payasos disfrazados de periodistas, las acrobacias de los funcionarios “invitados” semejantes a las de los trapecistas y, por supuesto un maestro de ceremonias que olvida su papel de divertimento para transformarse en emperador romano que decide con su pulgar flamígero quién es honrado, quién merece vivir en su nueva realidad y quién ser expulsado por sus juicios morales, indiscutibles, además.

En una discusión con un familiar él me dijo, certeramente, “ningún presidente ha informado puntualmente y a diario al país, es un ejercicio democrático de transparencia y rendición de cuentas”. Tiene razón, pero hay más de fondo.

Por el contrario, el presidente ha optado por evitar las fabulosas posibilidades que su posición, aunada a la decisión de dictar agenda diariamente, tenía y ha preferido pervertir el sentido del mismo. En lugar de datos, propaganda; ocupando el lugar de la transparencia, la negación, los otros datos y las vaguedades; en lugar del liderazgo tan necesario, el cirquero que descalifica por igual a padres con hijos que padecen enfermedades mortales, feministas enojadas, periodistas extranjeros y analistas que no son útiles en las tres pistas que comanda cada mañana.

Y es por eso que el peor circo, relacionado directamente, es el que se arma cuando estas dos funciones de la mañanera fallan y la realidad saca su horrible cabeza detrás de la coreografía espantando por igual a payasos y leones circenses.

Cada tanto, con mayor frecuencia conforme pasa el tiempo, el circo sucede fuera de la mañanera. El aparente control sobre la realidad, la ilusión de control, que genera la mañanera sale volando en pedazos y el espectáculo es ver, las rectificaciones, correcciones, desmentidos, respuestas irresponsables, ilegales y cínicas que las artes mágicas del maestro de ceremonias buscarán voltear para alimentar nuevos actos en adelante.

Ejemplos hay muchos. El más reciente es la negación del cisma dentro de su propio equipo tras los audios filtrados del secretario Toledo. Las múltiples veces que se ha dicho defensor de las mujeres y, al igual que en el ejemplo anterior, solo queda en gags de mala calidad, parecidos a los del payaso que encarnó Joaquin Phoenix.

Un tercer ejemplo que no agota la veta farandulera de la mañanera bien puede ser semejanza con otro elegido para el cambio: ante el payaso Fox que decía “Y yo por qué”, tenemos al mimo que calla o, ante la insistencia, dice tener otros datos, no saber del asunto, afirmar que todos mienten (NYT, asociaciones internacionales de aviación, estadísticas de muerte en la pandemia, padres afligidos) para llevar el ejercicio bufonesco de la comunicación política a nuevas alturas.

El aplauso aún se escucha de buena parte de las gradas en la carpa que se ha construido en el lugar en el que un edificio sólido se debió construir. Sin embargo, los reclamos en las giras, las renuncias acumuladas, las encuestas coincidentes nos señalan que quizá el maestro cirquero no necesito más que de sí mismo para despertar a varios tigres.

Y ahora, esperemos el siguiente acto.

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

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