Opinión

Unión de los mexicanos

lunes, 31 de agosto de 2020 · 14:18

Twitter: @JOHN_OLIVERA

Desde el sexenio pasado se habló del proyecto T-MEC y un sin número de expectativas que conllevaría este acuerdo comercial internacional. Sin embargo, la pandemia de la Covid-19 se interpuso en el camino de manera letal, dejándonos arrodillados de un primer golpe con aturdimiento y desorientación, provocando distintas secuelas que, desde mi punto de vista, afectarán a corto, mediano y largo plazo en diferentes rubros nacionales e internacionales si no se atiende adecuadamente esta situación con estrategias y cambios de variables, es decir, ser flexibles ante los cambios futuros que se lleguen a presentar.

Durante el 2019 y principios del año actual, muchos especialistas manifestaron que “el primer impacto positivo se vería reflejado en 2020”, lo cual se desmoronan estas declaraciones y expectativas, ya que nadie tuvo una esfera de cristal para detectar las graves afectaciones que contraería la contingencia sanitaria. Lo máximo que se pudo obtener es una definición de capitales nacionales y extranjeros que llegarían a nuestro país para los años continuos del sexenio, es decir, una aproximación de lo que México puede alcanzar de primer momento en una crisis mundial. Mientras no se tenga una definición legislativa completa respecto a los sectores de inversión que vincula al T-MEC (energía, infraestructura, productos y servicios, empleo, entre otros) no podrá haber una claridad respecto al impacto real sobre los beneficios futuros.

Dichos y declaraciones de la OCDE

De acuerdo a la nota periodística del periódico El Economista “T-MEC no resolverá los problemas de México, pero lo diferenciará de otros países, dice la OCDE” (Notimex, 10 de enero de 2020), menciona José Ángel Gurria, Secretario General de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, que nuestro país tendrá una economía fortalecida, pero que “no nos va a sacar de pobres”. Esto de acuerdo a el último pronóstico de crecimiento económico de 1.2 y 1.6% para el 2020-2021. Argumentos totalmente sin una base sólida más que una proyección como otras que en el pasado se realizaron con cambios constantes. Incluso sucedió el año pasado cuando proyectaron en el primer trimestre del año un crecimiento de 2.2%, para el primer semestre 1.6% y así sucesivamente hasta llegar al último semestre con una expectativa de crecimiento del 0.2%. ¿Esto qué quiere decir? Tal parece que dichos pronósticos se manifiestan públicamente como presagio de condiciones generales que se delimitan a eso, pronosticar.

Como ya lo mencioné anteriormente, no se puede tener con precisión un resultado futuro sino una estimación por las condiciones en las cuales se toman decisiones y acciones que influirán posteriormente. En concreto, aunque los pronósticos de la OCDE fueron especulativos, la realidad es que hoy en México como otros Estados del mundo se vive una recesión económica real. Por lo que lo más conveniente para todos sería no distraernos con especulaciones sin fundamentos, sino todo lo contario, enfocarnos en los datos reales para construir estrategias sólitas que nos permitan recuperarnos de forma continua y sin recesos.

Se requiere de mucho trabajo en conjunto para elevar el porcentaje de crecimiento para su recuperación económica. No se puede decir que México está creciendo económicamente hasta no recuperar el más alto porcentaje histórico, un poco más del 6.5% en la década de los 50's. Sin duda hay mucho por hacer.

Realidades

Nuestro país necesita garantizar jurídicamente a través del poder Ejecutivo y Legislativo las bases que permita atraer mayor inversión, asegurar empleos, generar economías circulantes y desarrollo nacional. Se tiene que aprovechar los momentos coyunturales.

Si deseamos obtener beneficios con el T-MEC es necesario que el sector empresarial contribuya no sólo con capitales, sino también con voluntad fraternal, es decir, permitir que los trabajadores obtengan mayor ingreso para fortalecer la economía nacional. Así mismo, mejorar los esquemas laborales para obtener mejores resultados productivos.

De igual manera, los gobiernos estatales deben mejorar sus estrategias de seguridad en coordinación con el gobierno federal para garantizar la tranquilidad y armonía social, que a su vez, impactará positivamente en los sectores comerciales y empresariales.

De no aprovechar las oportunidades que ofrece el T-MEC desde su entrada en vigor, podríamos continuar con expectativas económicas de crecimiento igual a las que ofrecen muchos especialistas sin alguna aportación que beneficie la confianza de México al exterior, y viceversa, el Estado Mexicano deberá actuar de la misma manera para contribuir en la confianza hacia el extranjero.

Reflexión

Falta mucha voluntad política para asegurar el futuro de los mexicanos. La responsabilidad es de todos. Considero que el sector empresarial tiene mucho que ofrecer para México. Si las condiciones de los trabajadores mejora se fortalecerá la economía, habrá mayor ingreso familiar, consumo responsable, producción, mejoramiento de la política sustentable y mayores ganancias de las que nos podríamos imaginar, todos ganamos.

En este sentido, también es responsabilidad de los ciudadanos colaborar en estos procesos de recuperación económica a través del consumo interno y de productos cien por ciento mexicanos. Al realizar estás prácticas se obtienen beneficios oportunos e inmediatos. El fortalecimiento económico se lleva a cabo del interior al exterior, consumir localmente para reactivar los distintos sectores económicos del país en forma de olas.

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

Otras Noticias