Opinión
Cuarentenas 2020: se agota el tiempo
Twitter: @rodrigosanmx
Hace apenas unos días, el 23 de agosto, se cumplieron cinco meses del inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia, la campaña con la que el gobierno federal trató de mitigar, en la medida de lo posible, la diseminación del COVID-19 en México.
Hoy, 28 de agosto, México suma más de 580 mil casos acumulados del virus SARSCOV-2 y un total de 62,594 decesos ligados a este virus, que ha golpeado de forma intensa a nuestro país. Y es que, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, México se encuentra en el octavo lugar mundial de confirmaciones de COVID-19, apenas debajo de Colombia, que rebasó a nuestro país hace unos días con unas ‘cuantos miles más de personas infectadas’.
Los efectos de la pandemia se dejan sentir en la economía mexicana. El 26 de agosto, el INEGI reveló que el PIB cayó 18.7% anual en el segundo trimestre de 2020, siendo mayo y abril los meses que registraron las mayores afectaciones. Estos fueron los dos meses en los que la economía cerró casi en su ‘totalidad’.
Hoy, de cara a la Nueva Normalidad, que implica el regreso escalonado de la actividad económica con base en un semáforo regionalizado cuyo movimiento es decisión de los gobernadores. En el caso de CDMX, una de las urbes más afectadas por el COVID-19, el semáforo se encuentra en fase naranja, con actividades económicas reabriendo ante un escenario que aún se avizora complejo.
De cara a esta situación, el diario español El País publicó un artículo donde analiza, con datos concretos, que América Latina es la región del mundo cuyas cuarentenas, en muchos casos regionalizadas y parcializadas, han durado mucho trayendo como consecuencia precariedad económica y fuertes estragos en los sectores económicos.
La gran pregunta prevalece: ¿el abrir la economía de forma abrupta podría resultar en un aumento de contagios y una saturación hospitalaria que desborde el ya de por sí inestable sistema de salud en México?
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