Opinión

Las vidas en Colombia sí importan

martes, 25 de agosto de 2020 · 14:59

Twitter: @LaniAnaya

Este fin de semana Colombia ha sido testigo de una de las temporadas más violentas del 2020. Las zonas de Tumaco, Cauca y Arauca, sufrieron de una masacre que, en menos de 24 horas, dejó un gran número de decesos, la mayoría de vidas jóvenes. A los hechos se suman varios acontecimientos violentos en un país que hace tan sólo algunos años firmaba un acuerdo de paz.

Fuente: Indepaz 2020
Fuente: Indepaz 2020

Desde semanas antes, los habitantes de la región habían informado de amenazas que no fueron suficientemente escuchadas por las autoridades. Los hechos se han atribuido a diferentes grupos disidentes ya que Colombia enfrenta más allá de una guerra, sino diversos conflictos locales en donde existe presión por parte de grupos militares, paramilitares y crimen organizado que se disputan, tanto el control territorial como el abducción de los civiles o de ex-combatientes en sus filas.

Las demostraciones de violencia han tenido un despunte con el actual presidente, Iván Duque. Se calcula que 167 de los 200 decesos relacionados con el postconflicto han ocurrido bajo su mandato. Este panorama da para pensar que las estrategias actuales no han tenido los resultados esperados en la estabilización de los territorios más frágiles de Colombia puesto que se necesitan soluciones integrales que vayan más allá de la militarización de un territorio, se necesita de intervenciones sociales, políticas, económicas que consideren sectores vulnerables como los indígenas, los afrodescendientes, las mujeres, los niños y los jóvenes.

Desde #juventudesxlapaz decimos u00a1alto a la violencia en nuestra regiu00f3n!

Posted by Cartas por la Sanaciu00f3n on Tuesday, August 25, 2020

#JuventudesxlaPaz

Al respecto, las juventudes latinoamericanas se han posicionado en un pronunciamiento conjunto bajo la red #JuventudesxlaPaz en el cual se llama al gobierno colombiano, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Organización de Naciones Unidas (ONU) la Alta Consejería para la Estabilización y Normalización del Acuerdo de Paz, entre otras, a que se promuevan espacios de Paz que se cumpla el Acuerdo hecho en 2016, y que se le garanticen tanto las garantías individuales. Esto incluye un énfasis en la más reciente resolución 2535 de la agenda de juventudes, paz y seguridad que pone especial énfasis en el ámbito de protección tanto a quienes son reintegrados después de participar activamente en conflictos armados, como a los jóvenes que promueven acciones de pacificación en sus contextos. La petición se encuentra aquí.

Los lamentables hechos no deberían ser vistos de manera superficial, ni con poco interés. Las existentes tensiones en Colombia, de seguir escalando, podrían frenar los esfuerzos que se han hecho para promover la pacificación. La transición de un conflicto requiere de la participación de multitud de actores, reconocer las diferencias en las dinámicas complejas de cada región, así como abordar las causas de raíz de las problemáticas existentes, tales como la pobreza, el abandono, y la inversión social. Todos estos elementos son parte de los derechos humanos a ser garantizados; siendo el derecho a la vida el punto de partida.

Las vidas de estos jóvenes, de las mujeres, de los afrodescendientes, de los indígenas y de la niñez en Tumaco, Cauca y Arauca importan.

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

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