Opinión

¿Para qué sirve la cultura?

jueves, 13 de agosto de 2020 · 15:18

Twitter: @AlfiePingtajo

El humano occidental, el político y el empresario son entes de números. Desde chicos nos enseñaron que valemos acorde a una nota en determinada materia y luego al promedio mensual que suman todas las materias y posteriormente al promedio anual que sale de la suma y división de los promedios mensuales.

La mayoría de nosotros fuimos educados a dar resultados cuantitativos y no cualitativos. Lo valioso es cuán aplicado y disciplinado seas para dar los resultados esperados. Dime cuántos títulos académicos tiene y te diré cuánto vales.

O ¿alguien recuerda que sus papás o algún adulto les hayan preguntado si eran felices, si se sentían realizados o si les gustaba lo que estaban aprendiendo? Y es que, ¿cómo podría gustarte o no algo que no lográbamos comprender o entender del todo?

El gusto es subjetivo, pero -pienso- proviene de una experiencia.

El amor o pasión por el arte y eso que englobamos como cultura es resultado de una experiencia grata, positiva. Ir a un concierto de música académica, a un museo, a una obra de teatro o danza, o comprar un libro es un disfrute, un gozo, un placer y sobre todo es una actividad ociosa. Disfrutar un hecho cultural es un privilegio que pocos se pueden dar ya sea por falta de tiempo, por complicaciones de traslado o por falta de adquisición económica.

En una sociedad donde el placer o el ocio son merecidos siempre y cuando hayas alcanzado la meta, no está bien visto sentarse a leer un libro cuando todo a tu alrededor se está quemando.

Nadie nos dijo que tenemos derecho al tiempo libre y que los mejores descubrimientos se dieron gracias al ocio.

Pero antes de seguir con mi viaje textual, vamos a ver un poco de números.

El INEGI el año pasado compartió las siguientes cifras:

· Las actividades asociadas con el sector de la cultura generaron en total 1 millón 395 mil 669 puestos de trabajo durante 2018, esta cifra representó el 3.2% del total de empleos del país.

· La Cuenta Satélite de la Cultura de México 2018 reveló que el 35.7% de los empleos culturales se concentraron en actividades vinculadas con la creación de artesanías.

· La producción cultural de los hogares (impartición de talleres, espectáculos en la vía pública, organización de carnavales, etcétera) aportó el 18.4% de los empleos culturales del país.

· Los medios audiovisuales generaron un 14% de los empleos.

· El diseño y los servicios creativos rindieron un 11.1% de la tasa de empleos.

· La formación y difusión cultural en instituciones educativas ofreció el 6.3% de empleos.

· Los libros, impresiones y prensa crearon un 5.3% del total de empleos.

· Música y conciertos contribuyó con un 3.5% de los puestos de trabajo culturales.

· La promoción del patrimonio material y natural del país generó el 2.5% de plazas laborales.

· Las artes visuales y plásticas lograron aportar un 1.7% de empleos.

· Las artes escénicas y espectáculos crearon el 1.6% de la oferta laboral.

Y ¿cómo se gastó en cultura?

· El gasto total realizado en bienes y servicios culturales alcanzó un monto de 881 mil 679 millones de pesos durante 2018.

· Los hogares erogaron el 79.9% de este gasto.

· El gobierno contribuyó con el 9.7% del gasto.

· Las sociedades no financieras aportaron un 5.6% de gasto.

· Los no residentes en el país aportaron el 4% del gasto.

· Las Instituciones sin fines de lucro (ISFL) tuvieron el 0.8% del gasto.

Y el gastó reflejado en disciplinas se comportó de la siguiente manera:

· Medios audiovisuales (cine) con el 38.1%.

· Artesanías arrojó un 23%.

· Producción cultural de los hogares aportó el 17.2%.

· Artes escénicas y espectáculos (teatro y danza) contribuyó con un 5%.

Estas cifras son de hace dos años, sin embargo, reflejan un poco el comportamiento tanto de la sociedad mexicana como de sus autoridades.

Aparentemente la Cultura no sirve para nada, empero según dichas de este estudió del INEGI el Producto Interno Bruto (PIB) de las actividades vinculadas con el sector de la cultura ascendió a 702 mil 132 millones de pesos, lo que representó el 3.2 por ciento del PIB del país.

Económicamente hablando, la mesa está puesta para que sociedad, empresarios y gobiernos apuesten más por la Cultura; pero hay algo que hace que los números no coincidan ni con las políticas gubernamentales ni con las exigencias o necesidades sociales.

Los números dicen que los hogares sí gastan/invierten en productos culturales, pero ¿entonces por qué sigue sin verse como algo esencial e importante para la sociedad?

En estos días de pandemia, los productos y/o actividades culturales han sido ese salvavidas que nos ha permitido no volvernos locos o al menos nos han hecho más leve al transitar. Y, sin embargo, la Cultura sigue sin ser esencial para los gobiernos. Se ve como gasto, no como inversión.

Y creo se debe a dos problemas: los gobiernos no han logrado crear la infraestructura y políticas socioeconómicas para el correcto desarrollo de la comunidad artística y, por otro lado, el artista no se ha bajado de su pedestal para entender que su actividad tiene mucho de entretenimiento y no ha establecido un vínculo real con la sociedad. Muchos artistas creen que pueden “educar” al ciudadano y entonces construyen discursos complejos sin conexión con sus posibles interlocutores.

Y a eso le sumamos que los gobiernos -sin importar la ideología política- ven a la Cultura como vehículo para impulsar su imagen o imponer su visión social o cultural del mundo.

Ojalá llegue el día que en México se invierta en Cultura sin importar los discursos desde donde mira o crea el artista y los artistas sepa construir el nexo sentimental y social con sus interlocutores o consumidores.

Y sí, no creo que los gobiernos deban mantener de facto a los artistas; pero sí creo que deben apoyarse e impulsarse ciertos proyectos que demuestren que están teniendo o tendrán un impacto real y transformador en su comunidad.

Y también creo que el gobierno está obligado a proporcionarle al ciudadano las herramientas e infraestructuras para que los mexicanos podamos vivir plenos, felices, sin importar las ideologías políticas.

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

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