Opinión

Juan Carlos I, el ocaso de una figura

miércoles, 12 de agosto de 2020 · 11:45

Por Romina Clamont
Twitter: @VonnRom

Juan Carlos I, Rey emérito de España, una figura sin duda controvertida a lo largo de los años, siendo parte de la nueva democracia española, hasta su caída en desgracia a partir de un viaje de caza que destapó toda una red de actos dudosos por su parte.

En julio de 1969, Juan Carlos juro fidelidad a las Leyes Fundamentales del Reino y los principios del Movimiento Nacional, el ideario de Francisco Franco surgido después del Golpe de Estado de 1936.

Franco muere en 1975 y como estaba previsto por él, Juan Carlo sí fue coronado y asumió la posición de Jefe de Estado. Sin embargo, pese a la seguridad de Franco de que Juan Carlos I perpetuaría las funciones de las leyes franquistas, este las uso para facilitar la transición a la democracia. Siendo que, en 1976, los españoles elegirían a su primer presidente, Adolfo Suárez González. Es tal, que tres años después, España contaba con una Constitución, que había sido votada en un referéndum y se estableció la monarquía parlamentaria.

El rol de Juan Carlos I, se destacó sobretodo el 23 de febrero de 1981, en el cual un grupo de guardias civiles intento tomar por la fuerza el Congreso de los Diputados y así dar un golpe de Estado. Juan Carlos I, salió a condenar públicamente a los golpistas por medio de la televisión pública, en la cual asevero que la Corona no podía tolerar en forma alguna acciones o actitudes de personas que pretendieran interrumpir por la fuerza el proceso democrático.

A lo largo de casi cuatro décadas en la cual Juan Carlos de Borbón fue un embajador de facto, donde su rostro y presencia fue común en los foros internacionales y reuniones de Jefes de Estado y de Gobierno. En América Latina fue asiduo a las cumbres iberoamericanas.

El ocaso de su figura comenzaría unos años antes, en 2012 Juan Carlos I, sufrió un accidente en un viaje en Botsuana, donde tuvo que ser operado de la cadera y durante la cual se destapo su participación en la caza furtiva de elefantes, animal en peligro de extinción. Fue tal la indignación del pueblo español, que este tuvo que salir a pedir perdón por todo.

El Rey emérito comunicó la semana pasada, mediante una misiva al Palacio de la Zarzuela, su meditada decisión de irse a vivir fuera del país, con el fin de facilitar el ejercicio de las funciones de Felipe VI debido a la repercusión pública que han generado acontecimientos pasados de su vida.

Juan Carlos I está siendo investigado por un caso de supuesto fraude fiscal y lavado de dinero. El principal eje de la investigación es la construcción del tren de alta velocidad entre La Meca y Medina, en Arabia Saudita.

En dicho proyecto de construcción, se investiga el papel de Juan Carlos I en la adjudicación del proyecto millonario a un consorcio formado en su mayoría por empresas españolas para la realización de este. El valor del contrato ascendió a unos 7,800 millones de dólares por lo que la justicia española tiene la sospecha de que durante la negociación se pagaron comisiones de forma irregular.

Asimismo, se sabe que hubo una transferencia de 100 millones de dólares, realizada por el gobierno saudí a favor de Juan Carlos I, cuando este todavía ejercía funciones de Jefe de Estado. El dinero se ingresó en un banco suizo, por lo que el gobierno de Suiza se ha unido a la investigación de la justicia española.

Este acontecimiento se suma al escándalo de corrupción que protagonizaría su hija, Cristina de Borbón y su esposo Iñaki Urdangarín, en el cual él fue acusado de delitos de malversación, fraude, tráfico de influencias y prevaricación por lo cual cumple una condena de seis años y tres meses de cárcel.

Juan Carlos I ha dejado España. Una España que aún no se recupera del todo el embate de la pandemia del coronavirus, al que le sobreviene una crisis económica inminente y deja una crisis para la Corona española, encabezada por su hijo Felipe VI y un gobierno que se debate entre llamarlo al banquillo a responder por sus actos o no hacerlo. La decisión que este tome será con la cual se le recuerde en la historia.

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

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