Opinión

Día Internacional de la Juventud

martes, 11 de agosto de 2020 · 11:45

Twitter: @LaniAnaya

Desde 1999, la Asamblea General de Naciones Unidas apoyó la declaración del Día Internacional de la Juventud que promueve la celebración y participación significativa, universal y equitativa de los jóvenes. Este año, debido a las restricciones pandémicas, la conmemoración desde la ONU y la representante del Secretario General para las Juventudes, Jayathma Wickramanayake, se llevará a cabo en el formato de un debate por y para jóvenes, además de que se planean eventos paralelos alrededor de todo el mundo.

El compromiso de los jóvenes para la acción mundial, tema del 2020

El tema de este año busca resaltar las maneras en las que la participación activa de las juventudes a nivel local, nacional y mundial está enriqueciendo las instituciones y procesos nacionales y multilaterales.

No es nada hecho al azar, pues el momento que vivimos es producto de una transformación de la narrativa de los jóvenes. Poco a poco se ha buscado resaltar desde las esferas organizacionales y académicas que los jóvenes no deben ser catalogados únicamente como los hacedores de violencia, sino como agentes de cambio que han demostrado su alcance en términos de impacto social. La participación de los jóvenes es más que necesaria para lograr hojas de ruta mundiales como la Agenda 2030; así como en los procesos de construcción de paz.

Participación activa

Ante la crisis de confianza institucional en la que nos encontramos, la participación juvenil en los mecanismos políticos formales resulta trascendental en muchos sentidos. En primer lugar es reconocer a los jóvenes como el presente, además de darles un rol activo que va más allá de tomar en cuenta su voz; representa reconocerles como agentes tomadores de decisiones. Además, la participación política de esa manera ayuda a reducir los déficits democráticos, y garantiza políticas públicas más sostenibles, además de reconstruir esa confianza institucional además de, colateralmente, contribuir a la prevención de la violencia al abordar una de las tantas causas de raíz que influye en la participación de los jóvenes en grupos armados o crimen organizado. El actuar de los jóvenes de manera efectiva, fortalece las acciones locales que necesitamos para generar impactos globales.

El ejemplo de COVID-19 es ilustrativo. La pandemia ha afectado a los jóvenes en términos de fragilidad laboral, limitaciones en el acceso a educación debido a las falta de acceso digital, además de la violencia doméstica. Aún con ello, los jóvenes han sido actores que se posicionan en la primera línea de acción como personal de salud y servicios, como voluntarios, como innovadores sociales, así como facilitadores en el uso de las tecnologías a fin de difundir información oportuna a la sociedad. Este y otros desafíos globales como las desigualdades y los conflictos armados, han sido temáticas en las que los jóvenes han hecho contrapeso a la polarización acentuada que vivimos.

Hoy, es necesario fortalecer el liderazgo de los más de 1,800 millones de personas entre 15 y 30 años, cerca del 23% de la población mundial. Las juventudes son una fuerza positiva cuando tienen los elementos y oportunidades necesarios para desarrollarse. Las estructuras políticas, económicas y sociales deben tomar en cuenta que, a medida que los jóvenes demandan cada vez más oportunidades y soluciones más justas, equitativas y progresistas en sus sociedades, la necesidad de abordar los desafíos multifacéticos que enfrentan los jóvenes (como el acceso a la educación, la salud, el empleo justo, y la igualdad de género) se vuelve en materia urgente que requiere mecanismos que coadyuven a ir más allá de la conmemoración de esta jornada.

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

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