Opinión

¿Qué sigue con el T-MEC?

jueves, 9 de julio de 2020 · 16:32

Twitter: @JOHN_OLIVERA

Más allá de un tratado comercial trilateral es un mecanismo de renovación económica que promete crecimiento para México, Estados Unidos y Canadá. Uno de los principales ejes es la inversión. Por lo que para las tres naciones esto representa la base fundamental para operar geopolíticamente frente a otras potencias, incluso, frente a otros continentes. Esto es una forma de combatir una de las crisis más importantes del año que está afectando a todo el mundo debido al Coronavirus y otras enfermedades, la economía global.

¿Qué es lo que representa el T-MEC?

Para México, sería el salvavidas perfecto que encajaría como engrane en la crisis económica actual. Debido a la falta de inversión en proyectos a corto y mediano plazo que dejaron de operar desde el año pasado, así como las modificaciones legislativas en el sistema financiero, se fueron registrando fuga de capitales importantes. Esto es “normal” cuando existen cambios de régimen político en una nación. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que hoy en día, en el mundo, se desarrollan prácticas económicas y financieras de modelos liberales. Por lo que cualquier régimen político debe acoplarse a estas circunstancias con mejores planteamientos de mercado, desarrollar estrategias financieras flexibles y ser factor de atracción de inversiones sin dejar a un lado el nacionalismo que garantice los derechos de sus conciudadanos.

Un ejemplo de lo anterior es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que hace unos días fue derogado, el cual fue funcional para su tiempo. Para el caso de México, su único defecto fue la corrupción que se le atribuyó por el abuso de sus facultades, beneficiando a los trasnacionales. Y para el caso de Estados Unidos, el flujo migratorio masivo con abusos de autoridad y delitos como el tráfico de personas, drogas, entre otros delitos graves.

¿Qué necesitamos?

La confianza de inversionistas que permita abrir nuevos horizontes en el mercado y comenzar a reactivar la economía mexicana, ya que si en nuestro país existe obra de mano calificada y cadenas productivas competitivas a nivel mundial, debemos aprovechar nuestras fortalezas y oportunidades para empezar con la recuperación económica.

Como nación estamos enfrentando retos que debemos combatir con inteligencia y cautela. No podemos darnos el lujo de cometer errores, sobre todo enfrascarnos en políticas que fracturen relaciones nacionales e internacionales. En medida del trabajo en conjunto que se realice en los tres niveles de gobierno será la medida de los resultados en los próximos 4 años del sexenio.

Por otro lado, nos esperan nuevos retos por enfrentar como nuevas crisis sanitarias, económicas y de seguridad. Lo que más nos convendría como país es fortalecer las instituciones, los sectores productivos, los factores de la producción y apoyar a los sectores más vulnerables. Éste último se debe identificar el tipo de apoyo. Para los adultos mayores garantizarles una vejez digna y para las personas de escasos recursos garantizarles oportunidades como educación y trabajo, enseñarles a pescar y no regalarles el pescado.

Reflexión

Repito:

I. En México tenemos todo lo necesario para ser una potencia mundial. Los esfuerzos deben ser máximos para obtener resultados del mismo nivel. No podemos permitir que continúe la degradación económica ni el desequilibrio de la distribución de la riqueza. Mientras tenemos a uno de los hombres más ricos del mundo, tenemos regiones con extrema pobreza. Esto ha sido un mal que ha existido durante años y la única forma de combatir la desigualdad es a través de las acciones, en la aplicación de la ley en todos los niveles, no hay más. Pero también, está en cada uno de nosotros como ciudadanos en mejorar, en primera instancia, nuestra casa hacia el exterior, de lo particular a lo general.

II. La relación entre el gobierno o gobiernos con la iniciativa priva será fundamental para concretar los acuerdos pactados en el tratado, ya que se necesita establecer niveles de confianza que permitan construir las bases de la recuperación económica nacional frente a la mundial.

III. Establecer criterios de acciones estratégicas para consolidar la confianza y no perder las oportunidades que los demás firmantes, sin duda alguna, aprovecharán de cualquier forma. Estamos frente a una nueva etapa nacional en donde debemos anteponer el interés nacional frente a los político.

Adiciono:

IV. Los factores de la producción -capital y trabajo- no son enemigos sino todo lo contrario, son elementos fundamentales del Estado que brindan equilibrio político, económico y social. Se le debería atribuir la culturalidad, ya que en otros países como China, Japón, Alemania, entre otras potenciales globales, la cultura del trabajo es sinónimo de esfuerzo y honor en todos los sentidos, aplica para trabajadores y empresarios.

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

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