Opinión

T-MEC: ¿Será la salvación?

domingo, 5 de julio de 2020 · 15:43

Twitter: @sofissy

El otro día durante la conferencia de prensa matutina, el presidente López Obrador dijo que la puesta en marcha del T-MEC iba a apoyar significativamente a que la economía mexicana salga del debilitamiento que presentó por el COVID-19, sus palabras dejaban ver que realmente el espera que este acuerdo sea la solución para que se reactive la economía. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el T-MEC es solo uno de varios elementos que se necesitan para animar a la economía nacional.

En primer lugar está el consumidor. En los últimos meses, la llegada del coronavirus a nuestro país provocó el cese temporal de diferentes comercios y empresas para evitar la propagación del virus, provocando el cierre definitivo de varios, un fuerte recorte de la plantilla y hasta reducciones en los sueldos y salarios. De esta manera, la confianza de las personas para consumir se contrajo, provocando que las compras de bienes y servicios fueran más enfocadas a las necesidades primarias.

Tenemos ahora a las empresas de todos los tamaños. Retomando lo mencionado en el párrafo anterior, se observaron fuertes disminuciones en sus gastos, algunas pudieron adaptarse a la nueva situación por lo que ofrecen (venden) o simplemente buscaron cómo hacerle para subsistir, otras no fueron tan suertudas y tuvieron que cerrar sus puertas. Generando de la misma manera, mayor desempleo y menos recursos para fortalecer el consumo de los mexicanos.

El Gobierno por su parte, llevaba meses reestructurando la plantilla de diferentes instancias y luego se le vino encima la pandemia, por lo que siguió solicitando renuncias o reduciendo sueldos. Al mismo tiempo, el Gobierno pretende apoyar a la economía a través de sus programas de transferencias o con sus proyectos para el sector petrolero, turístico y de aviación que posiblemente en estos momentos no sean tan viables, en un entorno en donde podría estar generándose una menor recaudación. Por otro lado, la instancia gubernamental espera que sea la inversión privada la que se encargue de impulsar a la economía. Esto no lo vemos descabellado, el problema es que desde que comenzó el mandato actual ha habido distintos factores que han puesto nerviosos a los inversionistas ante los cambios de las reglas de juego en diferentes sectores.

Por lo tanto, la duda que surge es si realmente el T-MEC nos podría salvar ya que contamos con dos agentes económicos que poseen una confianza poco optimista y cautelosos a desembolsar dinero. Además, bajo un contexto de incertidumbre mundial, los inversionistas extranjeros también han estado limitando la disposición de sus recursos. Habrá que ver como se desenvuelve esta situación, esperemos que la confianza regrese para todos y juntos podamos reactivar a nuestro país.

 

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