Opinión

Identidad y sabores en Street Food: Latinoamérica

viernes, 31 de julio de 2020 · 11:03

Twitter: @JosManu31

La gastronomía de cada país es diversa y aunque a veces se utilicen ingredientes similares nunca existirá un resultado idéntico. Street Food: Latinoamérica es una serie documental que demuestra esto, en ella se explora la cocina callejera de seis ciudades ubicadas en distintos países del continente americano. Es un proyecto que sigue la ruta que ya había marcado en 2019 el programa Street Food: Asia, el objetivo es el mismo: conocer el impacto sociocultural de la comida con las voces de las personas que la preparan.

Los sitios elegidos son presentados en el siguiente orden: Buenos Aires, Argentina; Salvador, Brasil; Oaxaca, México; Lima, Perú; Bogotá, Colombia y La Paz, Bolivia. Cada ciudad tiene una identidad propia que se ve reflejada en los alimentos tradicionales que se pueden hallar en puestos sobre ruedas y en los mercados locales.

Nunca debemos dejar de lado las historias que llevaron a los platillos a ser lo que son hoy en día. Esto es un punto vital en esta serie, en cada episodio conocemos a mujeres y hombres que mantienen viva la sazón y la historia de una nación a través de los sabores y los alimentos. Este es el hilo capítulo tras capítulo, las vidas de personas que quizá no tienen los recursos para montar un restaurante para atender a cientos de personas, pero tienen más de una anécdota que contar de cómo llegaron a tener éxito con sus especialidades y con sus clientes.

Hay algo que hace especial a la comida latinoamericana y durante toda la serie original de Netflix se puede evidenciar que la gastronomía de esta región está influenciada por la hibridación cultural. Cada país vivió periodos de conquista europea o bien, olas migratorias que provocaron la creación de nuevos platillos y de uso de ingredientes que quizá antes no eran conocidos y se mezclaron con aquellos que ya eran utilizados en cada nación; por tomar ejemplos, los italianos influyeron en la comida argentina, los españoles en la mexicana, los portugueses en la brasileña y los japoneses en la peruana.

La belleza de la cocina callejera también se centra en la tradición y en la resistencia de las raíces en los métodos de preparación que las generaciones más viejas transmiten a las nuevas.

Decenas de platillos son vistos en los documentales y dejarán con hilo de baba a más de un espectador: choripanes, pizzas, tortillas de papa, feijoada, moqueca, buñuelos, memelas, tamales, tlayudas, anticuchos, ceviche, arepas, ajiaco, sándwiches y más. Todas estas creaciones demuestran la creatividad de las personas para hacer platillos con los elementos que están a su alrededor: el mar, la tierra y los animales, algo es seguro, no se desperdicia nada.Esta serie logró poner en la conversación y en disputa cuál era el “platillo estrella” de la comida callejera en el continente, esto sucedió gracias a una encuesta que realizó la cuenta oficial de Netflix Latinoamérica en Twitter. La gran final fue entre el ceviche y las tlayudas, siendo éstas últimas las vencedoras. Lo interesante fue cómo figuras públicas apoyaron desde sus cuentas a las tlayudas: políticos, el embajador de EE.UU. en nuestro país y hasta la cuenta oficial de la Presidencia del Gobierno de México compartieron la encuesta para asegurar el triunfo. 

Esto demuestra que más allá de las posturas políticas, la gastronomía une a una sociedad que está dividida en otros rubros. El orgullo de cada país está en las mesas y en los alimentos que utilizan para conquistar el paladar de locales y extranjeros.

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

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