Opinión

Recuento de Daños

domingo, 26 de julio de 2020 · 17:35

Twitter: @UZETASUM

Han pasado más de 6 meses del inicio de la pandemia del Covid-19 y seguimos estando lejos de disminuir los riesgos que esta emergencia sanitaria representa para la salud y la economía de todos nosotros.

Más de 42 mil mexicanos muertos por el Covid-19 es una cifra que no deberíamos ver con indiferencia, por lo que representan para las familias de estas personas. Pero hay otras crisis que nos imponen tremendos desafíos.

Una de ellas es la económica. Los estragos en la actividad económica por la pandemia del coronavirus y las medidas de confinamiento ocasionaron la pérdida de 12.5 millones de trabajos en México durante abril, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

De acuerdo con los resultados de la primera Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), la población ocupada en el país bajó de 55.7 millones en marzo de este año, a 45.4 millones en abril.

Las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), distintas de la medición que hace el INEGI, la cual incluye a los informales, refieren que se han perdido 1,030,366 empleos formales, entre los meses de marzo, abril y mayo, a consecuencia de la crisis económica derivada del coronavirus.

Una crisis económica es un mal momento para la austeridad. Los expertos en políticas públicas coinciden en que para contrarrestar la baja en productividad y el consumo los gobiernos deben impulsar el gasto público con medidas contracíclicas, para atenuar, lo más posible, las consecuencias económicas de la pandemia.

Es decir, para contrarrestar el desempleo, la quiebra de empresas y la capacidad de consumo de los habitantes, el gobierno tiene que gastar más de lo que normalmente gastaría, compensando así las caídas en el sector privado.

Pero en México eso no ha ocurrido, el presidente Andrés Manuel López Obrador, sólo ha anunciado la Ley de Austeridad Republicana para desaparecer algunas subsecretarías del gobierno, y también el otorgamiento de tres millones de préstamos por 25, 000 pesos a las pequeñas empresas del país, apoyos que no están funcionando en contener la caída en el empleo.

Y algunos de los sectores que más generan empleos y son fuente importante de divisas, como el turismo, han sido de los más golpeados. La cancelación de vuelos en todo el mundo, así como las medidas sanitarias para prevenir el contagio llevaron al desplome en la ocupación hotelera.

Los restaurantes también han sufrido. La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) asegura que la industria aporta el 8% de todos los empleos del país con poco más de 2 millones. Al caer las ventas en un 90%, un tercio de los restaurantes del país han cerrado por la pandemia.

Las empresas constructoras entraron a esta crisis ya en una posición vulnerable. El sector beneficia a 66 ramas de actividad a nivel nacional, por lo que ese es uno de los principales motores de la economía del país.

Hoy en día, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) estima que están en riesgo de desaparecer medio millón de empleos en la construcción por la crisis del coronavirus.

Y lo más preocupante es que aún no vemos la luz al final del túnel y el recuento de los daños seguirá creciendo.+

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

 

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