Opinión

El Nuevo PRI no tenía nada de nuevo

viernes, 24 de julio de 2020 · 14:10

Twitter: @rodrigosanmx

Eran los tiempos de Felipe Calderón y se acercaba una nueva elección presidencial. El panorama político estaba más ardiente que nunca. Mientras que el PAN mostraba signos de debilidad ante los escándalos de la llamada ‘guerra contra el narcotráfico’ y las fricciones partidistas, la figura del entonces perredista, Andrés Manuel López Obrador ya se fortalecía.

De cara a este panorama, el PRI, que había gobernado México por más de setenta años previo a la transición foxista, decidió mostrar una nueva imagen: ya no se trataba de presumir a los ‘Beltrones’ o de hacer gala de la honestidad de las ‘Beatrices’, sino de mostrar una faceta joven, renovada y fresca.

Se integraron entonces a la estrategia personajes como Enrique Peña Nieto, que terminó siendo el señalado para derrotar a Andrés Manuel López Obrador; César Duarte, quien se hizo de la gubernatura de Coahuila; Roberto Borge, que hizo su parte en el estado de Quintana Roo y Javier Duarte, que ocupó el mandato en Veracruz.

También incluía flamantes miembros para su gabinete y equipo de trabajo: Emilio Lozoya, a cargo de la dirección de Petróleos Mexicanos; Tomás Zerón, como secretario técnico del Consejo de Seguridad y Rosario Robles en la titularidad de la extinta SEDESOL. La lista seguía y seguía. Todos eran personajes ‘intachables’.

Más tardó en culminar el peñanietismo en que se cayera el telón. Mientras que el ahora exmandatario se divorció en sospechosas circunstancias de su esposa, la actriz Angélica Rivera, todos los personajes anteriormente mencionados resultaron ‘embarrados’ en indignantes escándalos de corrupción.

Quizá, uno de los que mayor revuelo causó en recientes tiempos estuvo ligado a Tomás Zerón, quien habría estado involucrado en turbios interrogatorios y ‘plantación’ de pruebas en el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, uno de los hechos que quizá costó la reputación al Nuevo PRI.

Y es que justo se trató de una pifia, de un abierto engaño a la nación que quedó revelado más temprano que tarde. Todo se trató de un montaje que inició desde la creación de la imagen de un ‘guapo’ y ‘pulcro’ Peña Nieto que rozaba y coqueteaba con la farándula y el mundo del espectáculo.

Terminamos por caer en cuenta que en México se terminan yendo impunes quienes estafan a la ciudadanía con falsas promesas y llegan al poder con el único objetivo de llenar sus bolsillos. La pregunta es contundente, ¿nos llevaremos la misma decepción con el gobierno de la cuarta transformación?

Como nota extra a esta columna, el Gobierno de CDMX anunció el viernes que la capital mexicana podría estar de nuevo en semáforo rojo si las condiciones de hospitalización continúan al alza. Por eso es importante que, mientras puedas, te quedes en casa.

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