Opinión

El CJNG, la vieja historia de la nueva generación

jueves, 16 de julio de 2020 · 14:32

Twitter: @GNava1980

Para entender a este cartel debemos voltear atrás y revisar como llegó a ser el cartel más peligroso para la seguridad de nuestro país. El Cartel de Jalisco Nueva Generación es un grupo de delincuencia organizada que realmente no es nuevo. Sus orígenes se remontan a los años 90, época en la que Amado Carillo dominaba el escenario del narcotráfico de cocaína. En este momento ya existía un grupo de origen michoacano identificado por Inteligencia Militar como Los Valencia y eran parte del Cártel de Juárez. Sus líderes eran Armando Valencia Cornelio y Luis Valencia Valencia, luego detenidos por el Ejército Mexicano.

Cuando Amado Carrillo murió 1998, Los Valencia se aliaron con el Cártel de Sinaloa. Los Valencia consolidaron el Cártel del Milenio, grupo delictivo del que Zhenli Ye Gon era proveedor de efedrina y sus derivados, principal precursor para la elaboración de metanfetamina.

Otros miembros relevantes del Cártel del Milenio, identificados desde la década del 2000 eran Juan Antonio Farias Álvarez alias “El Abuelo” y Salvador Revueltas Ureña alias “El Chava Lentes”, originarios de Tepalcatepec y encargados de la expulsión de los Zetas que controlaban Michoacán. Farias y Revueltas eran los principales operadores de la producción y trasiego de metanfetaminas y tenían vínculos directos con Zhenli Ye Gon, de acuerdo con la extinta Procuraduría General de la Republica.

El núcleo del grupo delictivo continúa siendo los hermanos González Valencia conocidos como los “Cuinis” o “Cuinos”.

Nemesio Oseguera alias “El Mencho” actual líder del CJNG, ya era parte del Milenio desde su origen, pero ocupaba una posición de mucha menos relevancia en el Cártel.

Pero ¿cómo surge el Cartel de Jalisco Nueva Generación?

Para 2002, Los Valencia realizaron una alianza con el Cártel de Sinaloa. El principal operador en la zona de Michoacán y Colima era Arturo Beltrán Leyva. Mientras que en Jalisco Ignacio Coronel Villareal operaba el mercado de metanfetaminas, de ahí el alias de “El Rey del Cristal”.

En 2007 el grupo de los Valencia es vinculado con Zhenli Ye Gon, traficante de pseudoefedrina y sustancias similares, principales precursores de la metanfetamina, confirmado la hipótesis de que el gran poder económico del Milenio se debía a esta droga.

El 29 de octubre de 2009 fue capturado en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco Orlando Nava Valencia Alias “El Lobo”, líder del grupo de “los Valencia” o Cártel del Milenio, que operaba en los estados de Jalisco, Colima y Michoacán.

El 16 de diciembre de 2009 muere Arturo Beltrán Leyva durante un operativo de la Marina Armada de México.

El 29 de julio de 2010, durante un operativo del Ejército Mexicano en Zapopán, Ignacio Coronel perdió la vida durante el enfrentamiento con los soldados.

La detención de Nava Valencia y la muerte de Ignacio Coronel y Beltrán Leyva provocó una escisión del Cártel del Milenio que dio como resultado dos grupos: Los Torcidos y La Resistencia.

Los Torcidos fueron identificados por sus enemigos con este nombre porque los culpaban por la detención de Orlando Nava Valencia. En el argot delictivo, Los Torcidos “pusieron” a Nava Valencia para que fuera detenido por las autoridades.

Actualmente este grupo se ha autodenominado Cartel de Jalisco Nueva Generación. A partir de la escisión Los Torcidos mantuvieron la alianza estratégica con el Cártel de Sinaloa. Entre 2010 y 2011 Juan José Moreno Esparragoza alias “El Azul” era el principal líder de este grupo y jefe de la Plaza de Jalisco, por encima de Nemesio Oseguera.

A principios de 2011 son identificados como líderes Nemesio Oseguera alias “Mencho Oseguera” y los hermanos José Luis, Abigail y Juan González Valencia alias “Los Cuinis” o “Los Cuinos” y Erick Valencia alias “El 85”.

La Resistencia era la otra parte de la escisión de Los Valencia. Culpaban a Nemesio Oseguera y a los hermanos González Valencia de haber entregado a las autoridades a Orlando Nava Valencia alias El Lobo. Este grupo realizó una alianza entre 2010 y 2011 con otra escisión, ahora de la Familia Michoacana, liderada por José de Jesús Vargas Méndez alias “Chango” y con un grupo de Zetas que opera en Zacatecas, específicamente con Iván Velázquez Caballero alias “el 50” o “el Talibán”. Algunas fuentes señalan que La Resistencia también se alió con los remanentes de los Beltrán Leyva.

Los líderes de la Resistencia eran Elpidio Juárez Mojarro alias Agustín Reyes Garza o “Don Pilo” el otro líder era el “Pusky”.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos (OFAC, por sus siglas en inglés) relacionó a Elpidio Mojarro Juárez como principal agente de lavado de dinero y operador para el tráfico de cocaína para el Cártel de Sinaloa. Después de la escisión comenzó a operar de forma independiente o tal vez para la Familia Michoacana.

Luego de enfrentamientos y ejecuciones prevaleció el Cartel de Jalisco Nueva Generación (Los Torcidos). Iniciaron una estrategia de expansión desde Jalisco. Una de sus primeras apariciones fue como los “Matazetas”. En 2011 abandonaron una camioneta en los límites de los municipios de Veracruz y Boca del Río con 49 personas ejecutadas, posteriormente publicaron un video señalando que “limpiarían” Veracruz y que su “guerra” no era con la gente ni con las autoridades. Posteriormente surgieron en Zacatecas con el mismo objetivo que en Veracruz y en 2012 infiltraron varios movimientos de autodefensas en Michoacán.

Actualmente el Cártel de Jalisco Nueva Generación es la principal amenaza a la seguridad de nuestro país.

Este grupo criminal permite identificar por qué, entre muchos otros factores, las estrategias de los gobiernos federales del siglo XXI no han tenido éxito:

· El CJNG, desafortunadamente, es uno de los ejemplos más claros de resiliencia: tienen una alta capacidad de adaptación a entornos complejos, se sobrepuso

eficientemente a las circunstancias adversas generadas por las acciones de la autoridad o por factores de orden interno como escisiones o disputas con cárteles enemigos y se fortalecen luego de la adversidad.

· Están conformados por grupos de familiares. La lealtad no es solo al grupo delictivo sino a la familia.

· Adoptaron y mejoraron la “doctrina” que inició con la Familia Michoacana, permitiéndoles construir bases sociales y ocupar vacíos del Estado. Toman bajo su cargo la protección de la población y hacen “trabajo social”.

· Tienen una compleja estructura estable para el blanqueo de capitales que es manejada por los hermanos González Valencia, sus esposas y personas cercanas a ellos.

· Tienen un importante flujo de dinero que no requiere ser blanqueado para el financiamiento de sus estructuras delictivas operativas, corrupción institucional y compra de armamento.

· Implementaron la “compra” de grupos delictivos locales que pasan a formar parte del CJNG permitiéndoles una rápida expansión en el territorio mexicano.

Pero aun hay ventanas de oportunidad para las autoridades porque el grupo tiene debilidades:

· Incrementaron el empleo de la violencia como mecanismo para controlar “plazas”. Un ejemplo es el actual escenario de inseguridad en Guanajuato. Esto obliga a que el Gobierno Federal los considere objetivo prioritario.

· Una estructura mas grande es más difícil de controlar. Es posible que en algún punto estén obligados a recurrir a la violencia contra sus propios miembros para mantener la disciplina. Podrían generar escisiones del grupo.

· Hoy son un grupo que opera independientemente y sin alianzas estratégicas. Existe la posibilidad de que otros grupos realicen alianzas estratégicas para contener la expansión del CJNG, lo que implicaría su debilitamiento.

· Ya no son un grupo de bajo perfil, como eran en su origen. Hoy son un grupo bien identificado por las autoridades mexicanas y norteamericanas. La eventual detención de los lideres podría provocar escisiones y la pulverización del grupo, como ocurrió con los Zetas.

· Sus ingresos económicos se ven mermados por las acciones del gobierno norteamericano. La presión que EE. UU. ha ejercido sobre el gobierno mexicano para el bloqueo de cuentas de miembros identificados dentro de la estructura de lavado de dinero del CJNG tendrá un importante impacto en la supervivencia del grupo.

· El riesgo de destruir sus bases sociales. El equilibrio de las relaciones entre la población y los grupos delictivos es frágil porque siempre está presente la violencia que pueda ser ejercida por el cártel hacia la sociedad que, en teoría, “protegen”.

El CJNG es la amenaza que requiere atención prioritaria por parte del Gobierno Federal y los gobiernos locales, pero es necesaria la voluntad y la conducción política para hacerlo.

En el escenario actual la única opción que no es viable es que las autoridades permanezcan con los brazos cruzados porque la delincuencia aprovecha todas las oportunidades para consolidarse y fortalecerse.

Hoy, la sociedad civil, tenemos la responsabilidad de exigir al Gobierno Federal y a los gobiernos locales dejar atrás sus diferencias políticas y establecer mecanismos de cooperación y coordinación claros y eficientes para garantizar nuestra seguridad.

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

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