Opinión

Tapar el sol con un dedo

miércoles, 15 de julio de 2020 · 10:58

Por Anahí Benítez Sánchez
Twitter: @AnahiBenitezS

El pasado 8 de julio, el Presidente Andrés Manuel López Obrador visitó en lo que lleva de sexenio, Washington. El pretexto perfecto y bien armado era el T-Mec, pero sin la asistencia del Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, era más que evidente que el objetivo era distinto y las intenciones mucho más. Controversial y nada apegado a los principios de política exterior que el Presidente mexicano, hace no mucho tiempo comentó, él decidió interferir y salir del país. Lejos queda ya, sus palabras en donde decía que la mejor política exterior era la interior. Por si lo anterior no fuera poco, es incoherente que decida reunirse con el presidente Donald Trump en un contexto político y electoral sumamente interesante: la reelección de Trump o el posible triunfo de Joe Biden.

En su visita, el jefe del ejecutivo mostró su apoyo e incluso agradeció la relación bilateral de México-Estados Unidos, definitivamente, quiso tapar el sol con un dedo agregando: “Agradezco por ser cada vez más respetuoso con los mexicanos”. Tal vez, Obrador olvidó los insultos que ha recibido la ciudadanía; la intención de construir el muro, las innumerables ocasiones en que se ha referido al pueblo como violadores, criminales y hasta el enjaulamiento que sufrieron muchos niños migrantes mexicanos.

Bajo este contexto, es más que obvio que el gobierno de México quiso ser usado electoralmente para la reelección de Trump y apostó (de nuevo) a su posible triunfo, Obrador le dio las perfectas herramientas para maquillar la relación: cuando los medios de comunicación pregunten sobre el maltrato que el inquilino de Washington le ha dado a México, el simplemente capitalizará y citará las palabras que Obrador le brindó para asegurar que la relación está basada en el respeto y buen entendimiento. El presidente permitió de nueva cuenta que surjan más humillaciones hacia nuestra nación.

Por si lo anterior no fuera poco, la visita no deja de causar controversia cuando realizamos un pequeño ejercicio de memoria y recordamos que Andrés Manuel ha citado una y otra vez los principios de la Doctrina Estrada, en uno de ellos se subraya la “no intervención de los pueblos”, ingenuamente, él es quien está interviniendo en un momento político- electoral interno y es que, tal vez pueda haber grandes explicaciones para entender el viaje: el gobierno de Estados Unidos, comandada por el jefe de las fuerzas ya estarían pidiendo explicaciones por las estrategias fallidas de lucha contra el narcotráfico o el aumento de la inseguridad, las políticas implementadas de corte socialista e inclusive el apoyo reiterado hacia gobiernos como el de Venezuela o el asilo político a Evo Morales.

El escenario para México ya sea que Donald Trump o Joe Biden se queden con la Presidencia, no pinta muy bien, sobre todo, derivada de la desafortunada visita de Obrador: como era de esperarse, Biden no lo tomará nada bien y las restricciones comerciales o las sanciones políticas estarán a la orden del día. Sin lugar a dudas, la relación bilateral cambiará y no será a favor de México, este viaje, nos costará mucho y no hay regreso alguno.

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