El mundo está a punto de cambiar

Twitter: @rodrigosanmx

El homicidio de George Floyd en Minneapolis, Minnesota, se presenta como un parteaguas para reflexionar sobre el poder, el Estado y las cuestiones de raza y género como elementos para el diseño de la política pública y de seguridad que se requiere en varios países.

Con la conversación del papel de la policía sobre la mesa, se dio a conocer que en Jalisco, en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, fue asesinado y torturado Giovanni López. La razón: no haber usado cubrebocas, medida que fue implementada en esa entidad para evitar la propagación del COVID-19.

Este jueves, cientos de tapatíos salieron a las calles de Guadalajara a protestar y exigir #JusticiaParaGiovanni. El saldo fueron decenas de detenidos, un policía en llamas y una zozobra política que, en plena cuarentena por coronavirus, vino a desestabilizar el discurso de eterna paz y orden social de la actual administración de Jalisco y a urgir en México la discusión del papel de las fuerzas del orden.

Las muertes de George Floyd y Giovanni López, cada una en su correspondiente contexto, no pueden dejarse pasar y olvidarse con los años. Se trata de fuertes llamados de atención para evitar que este tipo de injusticias sigan sucediendo.

En medio de una crisis mundial, que puso en entredicho los sistemas políticos, económicos y sociales, discutir cuáles son los mecanismos de acción de los cuerpos de seguridad, cuya función principal es la salvaguarda de la legitimidad del Estado como conjunto institucional y de organización social.

De cara a una pandemia, de la que aún no salimos ni en Estados Unidos ni mucho menos en México, un movimiento social de proporciones grandes se avecina: se trata de pedir respuestas a nuestros gobernantes, que la rendición de cuentas sea total, que se termine la impunidad.

Hoy por hoy, no nos quedemos callados. Hablemos en contra de la injusticia y pidamos el cambio que se necesita. Las cosas no pueden quedar impunes.

#JusticiaParaGiovanni