El Índice Global de Paz 2020 en México

Twitter: @LaniAnaya

Durante este mes, el Instituto para la Economía y la Paz, publicó la versión anual de su ya conocido Índice de Paz Global (GPI, por sus siglas en inglés) 2020. Con 23 indicadores cuantitativos y cualitativos de fuentes altamente respetadas, el GPI mide el índice de paz a través de tres aspectos: el nivel de seguridad desde el aspecto societal, los conflictos internacionales y domésticos en curso; y el grado de militarización de un país. Además este año se ha incluido un análisis del efecto de la pandemia en la paz -particularmente desde las consecuencias económicas- como elemento que incrementará los riesgos de que la paz positiva (conocido con las actitudes, instituciones y estructuras que crean y sostienen la paz en la sociedad) se deteriore alrededor del mundo.

Entre los hallazgos más importantes se encuentra un deterioro global de 0.34% comparado con el reporte del año pasado. Tomando en cuenta los tres aspectos que miden la paz, hay una mejora en la militarización al registrarse un descenso en los números de fuerzas armadas en 113 países, aunque no así en el número de conflictos en curso, ni en la seguridad societal.

México ha sido catalogado como el país menos pacífico de la región de América Central y el Caribe.

Sabemos que este año ha sido uno de los periodos con mayor registro de muertes, la tasa de homicidios aumentó 28.7%, de 19 homicidios por cada 100.000 habitantes a 28.8. Los cárteles también han registrado mayores tensiones, eso sin tomar en cuenta los últimos acontecimientos en Guanajuato y CDMX que revelan, entre otras cosas, la corrupción en el poder judicial, la operacionalización del crimen organizado en el país, así como la manera en que las estrategias de contención afectan a la sociedad en términos de seguridad. La violencia en México tiene impactos económicos grande, el GPI 2020 lo ha registrado como 4.57 billones de pesos, equivalente a 21.3% del PIB. A pesar de haber subido del puesto 140 (2019) al 137, México es considerado uno de los países menos pacíficos del mundo. El mismo Instituto tiene la publicación del Índice de Paz en México 2020 que identifica cuatro tipos principales de violencia en el país: la política, la oportunista, la interpersonal y los conflictos entre cárteles.

En este sentido, vemos que la paz en México no sólo se trata de abordar el tema del crimen organizado sino garantizar una paz positiva. La paz en México sólo puede lograrse de manera multidimensional; se necesitan, además de las estrategias para reducir la violencia del crimen organizado, la transparencia y rendición de cuentas de las institutiones, la impartición de justicia efectiva, lidiar con la corrupción, la protección a los medios de comunicación; sin dejar de lado la prevención de la violencia a través de la reducción de desigualdades estructurales, y la garantía de los derechos humanos sin distinción.

La paz en nuestro país no puede ser una simple estrategia o reforma cortoplacista sino el abordaje, por un lado, de un enfoque preventivo basado en las causas de raíz que dan paso a las desigualdades que provocan la violencia y, por otro, la contención de los conflictos armados tomando en cuenta las estrategias de seguridad, los grupos armados camaleónicos, y en la reiterada necesidad de reformas judiciales así como policiales.

Es muy fácil exigir a las autoridades la paz, la justicia y la seguridad inmediatas; pues es una responsabilidad que les confinamos al momento de elegirlos como representante; sin embargo no es una tarea que pueda cumplirse de un día para otro. Aún con ello, dichos elementos, que en numerosas ocasiones parecen inalcanzables, necesitan convertirse -aunque de manera pausada- en una realidad prolongada para la sociedad mexicana.