Opinión

El Covid, la fiesta que tiene 'after'

miércoles, 3 de junio de 2020 · 17:42

Twitter: @ErickValdepenas

Una de las cosas que más extraño en esta cuarentena es, sin duda, poder salir de fiesta con mis amigos. Hace no mucho, disfrutábamos celebraciones épicas donde las luces y el sonido retumbante hacían que las pistas de baile se llenaran. Aunque los clubs, en muchos lugares, ya tienen horario de cierre establecido, que por lo general coincide con el punto más alto de la fiesta, existe ese momento perfecto donde un valiente dice “After en mi casa”. El after en casa no es más que la continuación de la diversión en la casa de ese sujeto que desafía los horarios permitidos en decibeles. Si alguien de mi generación no ha asistió a un “after”, para mí, no tuvo juventud.

Durante estas semanas la “nueva normalidad” es un término que corre por todas las redes sociales, los diarios nacionales y ha sido empleado en diferentes partes del mundo. En México las autoridades lo han usado para referirse al regreso a las actividades cotidianas de forma gradual. Cabe señalar que ha tenido una distorsión en las diferentes plataformas digitales, pues me ha tocado escuchar en algunas reuniones por Meet o Zoom comentarios como “Esta llamada es parte de la nueva normalidad” y “La nueva normalidad se reduce a las alternativas de convivir en sociedad”. Ésta última en especial me ha llamado mucho la atención.

En la vida, lo más deseable es, a menudo, el resultado menos probable. La pandemia de Covid-19 personifica esto. A medida que el nuevo coronavirus atraviesa el mundo, obligando a muchos países a bloquearse severamente y a otros a implementar estrictas medidas de distanciamiento social, está claro que necesitamos positividad y cooperación global para gestionar y reducir su propagación. Sin embargo, lo que hemos visto hasta ahora es cuestionable.

Sin lugar a duda, las noticias sobre la lucha de los trabajadores de primera línea, la solidaridad mostrada por numerosos países en apoyo al personal de atención médica y las personas que se han dedicado a ayudar a los más necesitados, reavivan nuestra fe en la humanidad.

Pero, por otro lado, la indiferencia inicial mostrada por muchos gobiernos de todo el mundo en frente del virus Covid-19, así como la batalla infantil sobre ¿quién tiene la culpa? entre los funcionarios de China y los Estados Unidos solo aúpan el aumento de la xenofobia en todo el mundo, lo que nos recuerda que tenemos mucho que aprender y mejorar.

El asesinato de George Floyd es despreciable, lo lamentable es que no es la primera y probablemente no será la última vez, que la policía asesine a un ciudadano negro debido al racismo y la discriminación sistémicas en ese país.

Este es un problema que a todos nos debe preocupar: los mexicanos, los latinos, las personas blancas y las personas de color no negras, deben unirse a nuestros amigos, familiares y personas negras para enfrentar la desagradable brutalidad policial a la que se enfrentan. Hoy, Donald Trump está cosechando el odio que sembró durante varios años, el trasfondo político que la situación tiene afecta directamente a la sociedad norteamericana y mundial. Hoy, el cúmulo de odio, de #FakeNews, de peleas en Twitter sumado al distanciamiento social, ha provocado movilizaciones sociales masivas, que no están consideradas en la “nueva normalidad”

Aunque la cuarentena puede ser aburrida para muchos, es importante pensar en aquellos que no son tan afortunados.

Muchas personas se han infectados con el virus y mientras unos lo padecen, otros han perdido a alguien por la pandemia. La peor parte de todo es que, para el resto del mundo, el ser querido de alguien es simplemente una estadística privada de su identidad en medio de la acumulación de cadáveres.

La pandemia de Covid-19, sin duda, ha iluminado las disparidades socioeconómicas que prevalecen en el mundo y los que se encuentran en la parte inferior de la jerarquía socioeconómica, están llevando la peor parte.

Hoy como ciudadanos mexicanos, deberíamos estar haciendo todo lo posible para ayudar a los más vulnerables de la sociedad y no buscar el botín político del 2021.

El after del Covid está siendo desastroso y estamos en frente de pasar más momentos difíciles como sociedad y esto nos debería empujar a buscar racionalidad.

La próxima vez que veas a alguien deprimido, platica con él. Antes de juzgar o condenar a alguien por sus acciones, piense dos veces por las tuyas. En lugar de quejarte, agradece lo que tienes, no solo te quejes de lo que no tienes. Lo más importante es tener empatía y compasión por aquellos que enfrentan circunstancias desafortunadas o difíciles en tiempos de Covid y de la nueva normalidad.

El movimiento #BlackLivesMatter me recuerda a Martin Luther King que alguna vez dijo:

"Al final, no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos".

Necesitamos mantener una actitud positiva y trabajar juntos para superar los desafíos que tenemos por delante, señoras y señores, la estrategia de ataque con fines electorales solo los guiará a su propia derrota. Hagamos de este “after” algo diferente.

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