Opinión
Almas gemelas
Twitter: @UZETASUM
En los próximos días tendrá lugar el encuentro entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador. La reunión se dará en Washington, en el marco de la entrada en vigor, este próximo 1º de julio, del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Según López Obrador, la visita serviría para agradecer al gobierno de la Unión Americana la ayuda para que México pudiera adquirir ventiladores ante la pandemia de coronavirus Covid-19.
Es curioso, pero la crisis sanitaria hizo evidente lo mucho que se parecen Trump y AMLO, a pesar de venir de ideologías tan opuestas. La emergencia los ha hecho ver como almas gemelas.
Al principio, ambos sostenían un discurso, según el cual, todo estaba bajo control, estábamos preparados y la crisis desaparecería pronto. Aún con datos evidentes en contra, afirmaban y afirman tranquilamente que lo peor ya ha pasado y que la curva de contagios se está aplanando.
Los dos se enfrentan casi a diario a los medios de comunicación que los critican, descalificándolos, acusándolos de sembrar fake news, o de ser financiados por sus enemigos políticos.
Ambos han presentado remedios “mágicos” para combatir al virus. AMLO una estampita de un santo acompañado de un “detente” y Trump con medicamentos que las propias agencias de su gobierno descartaban.
Ninguno de los dos, por razones que nadie entiende, usa cubrebocas. En una declaración reciente, Trump dijo que no les daría a los medios “la satisfacción” de que le tomaran fotos con cubrebocas. López Obrador no ha dicho nada. Simplemente no lo usa.
Donald Trump recortó los presupuestos de las áreas de investigación y prevención de infecciones, y desmanteló la infraestructura creada por Barack Obama para garantizar que los brotes no se convirtieran en pandemia.
En México, AMLO recortó el presupuesto a los institutos de especialidades y a la dirección de Epidemiología y al programa de vacunación, entre otros; subejerció el presupuesto en Salud, e incluso insultó y recortó el salario a médicos destacados. No quiso tampoco gastar en pruebas, que nos hubieran dado un indicador de la gravedad de la pandemia.
Para ambos, el coronavirus ha sido un paréntesis al que había que restarle importancia. Por eso, lo primero que hicieron fue minimizar el problema, castigar a quienes advertían del peligro y luego, tratar de pasar la página lo antes posible.
Las similitudes en la respuesta de Trump y AMLO a la pandemia del Covid-19 puso en evidencia la extraña relación entre los dos mandatarios, supuestamente tan opuestos. Y no solo en este terreno. La presidencia mexicana ha mantenido el silencio y apostado por la cooperación en otros terrenos, particularmente en materia de inmigración.
“Creo que AMLO no tiene interés en tirársele al cuello a Trump porque ambos son espeluznantemente similares”, considera la cabildera y estratega demócrata Cristina Antelo, en una columna para The Hill.
La periodista expone que ambos líderes están cortados con la misma tijera antisistema. Si uno prometió “secar la ciénaga” de corrupción en Washington, el otro se propuso “purificar” la tóxica cultura política mexicana.
Ambos desestiman las instituciones, los contrapesos y las normas establecidas en favor de la acción personal, y prefieren los pronunciamientos grandilocuentes que encantan a su base electoral, en lugar de aplicar políticas responsables, destaca Antelo en su texto.
