Opinión

La política después de la pandemia

miércoles, 24 de junio de 2020 · 12:45

Twitter: @JOHN_OLIVERA

Ha quedado claro que el Covid-19 es y será un punto de partida hacia la nueva humanización. Para muchas personas la pandemia no es más que algo pasajero sin precedentes. Sin embargo, la podemos identificar como una huella que nos dejará marcados como en siglos anteriores con otras pandemias. En esta ocasión deberíamos preguntarnos ¿Cuáles serían los efectos secundarios del Covid-19 en nuestra “nueva normalidad” y hacía dónde nos dirigen las veredas del cambio? Una interrogante interesante para aquellos que nos preocupamos por el futuro, nos ocupamos del presente y reflexionamos el pasado.

¿La nueva forma de hacer política?

El contacto directo con las personas es muy importante para crear simpatía y llamar la atención de quien se les pretende transmitir un mensaje. De esta manera, es como un político logra comunicarse con el público. Las diferentes técnicas de comunicación política más comunes son el saludo de manos, beso en la mejilla, abrazos y la conversación, las cuales permiten tener el acercamiento con los ciudadanos y lograr el trabajo de convencimiento de aceptación y aprobación.

Durante una campaña electoral se tienen que dividir los diferentes tipos de zonas electorales, es decir, popular, intermedia y residencial. La primera, corresponde al mayor porcentaje representativo electoral y poblacional. En esta zona el convencimiento debe ser a través del contacto directo y con las técnicas comunes antes mencionadas, ya que esta forma de trabajar la zona es fundamental para el convencimiento.

La segunda, corresponde a técnicas diferentes como la comunicación más breve, precisa y concisa, añadiendo elementos argumentativos de convencimiento y la presencia del sujeto político para la interacción correspondiente. El contacto con los ciudadanos es menor en comparación a la zona popular.

La tercera, se realizan técnicas de comunicación más complejas distintas a las que se utilizan en las dos zonas anteriores. Sin embargo, no se excluye la técnica de comunicación presencial con los ciudadanos, pero se complica al momento de realizarlo por diferentes factores. En esta zona se utilizan métodos de comunicación digitales, publicidad especializada y eventos sociales.

Estos métodos se utilizaban previo a la pandemia. Por lo que la contingencia marca una pauta a las actividades políticas y sus técnicas de comunicación ordinaria. Ahora con la “nueva normalidad” se deben cambiar los métodos y prácticas de comunicación política donde se construya nuevamente la confianza de la ciudadanía. El trabajo será arduo, pero se obliga a la clase política a responder con trabajo real y comprobarlo con resultados.

Perspectiva ciudadana

Como ciudadanos estar obligados a exigir resultados en cualquier circunstancia, ya que se necesitan mejores propuestas y acciones para mejorar el nivel y calidad de vida de la sociedad. En las próximas legislaturas se deberá cambiar las agendas legislativas con perspectiva plenamente social y económica. Esto será el plan de contingencia que nunca se ha elaborado en beneficio de los pilares de la nación, sociedad y empresarios.

Reflexión

I

Concentrar los esfuerzos para combatir las crisis actuales y futuras como la pandemia y la económica. De esta manera, como nación nos sujetaríamos a los nuevos lineamientos de desarrollo económico y convivencia social, en la creación de sinergias que ayuden al crecimiento nacional y mejorar las prácticas políticas.

II

Esta es una oportunidad en medio de una lamentable crisis sanitaria para que la clase política demuestre la sensibilidad que necesita en el arte de gobernar. Solidarizarse con el gobernado con la finalidad de encontrar conjuntamente las soluciones de lo que nos aqueja como Estado.

III

Esta pauta pandémica y económica nos obliga a construir planes de contingencias para amortiguar los estragos naturales, biológicos y económicos futuros con mayor eficacia y eficiencia, todo esto en beneficio general y no particular.

 

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