El secuestro de un General

Twitter: @GNava1980

El pasado fin de semana, los medios de comunicación informaron sobre el secuestro de un General de Brigada del Ejército Mexicano en activo. La información fue muy escasa y solo se pudo conocer que el General se trasladaba de la Ciudad de México hacia Izúcar de Matamoros a bordo de un vehículo Audi.

Al ser un secuestro de alto perfil, pudo evolucionar hacia diversos escenarios de crisis. Todo se resolvió el lunes pasado cuando el General fue liberado en el Estado de México. No hubo detenciones, no se sabe si se pagó el rescate.

No podemos pasar por alto las implicaciones del hecho ni perder la oportunidad para reflexionar sobre ellas. Contacté a mi mentor que me ha acompañado a lo largo de muchos años en el análisis de Seguridad Nacional y Seguridad Ciudadana. El General de División en estado de retiro, Héctor Sánchez Gutiérrez, es soldado y policía “con piel verde” y considero que sus mas de 50 años de trayectoria militar y policial son valiosos para tratar de entender lo que ocurrió. Entre sus muchos logros esta el haber sido Comandante de Zona Militar, Jefe de la Sección 2° y Sección 5° del Estado Mayor de Defensa Nacional, Comisario General de las Fuerzas Federales de Apoyo de la Policía Federal, así como ser responsable de equipar, adiestrar y capacitar a este cuerpo cuando se creó.

Con la información que se ha hecho pública el Gral. Sánchez Gutiérrez considera, al igual que yo, que se trató de un secuestro circunstancial y no de un evento dirigido específicamente a la víctima. La víctima transitaba por un área de inseguridad a bordo de un vehículo que era atractivo para los victimarios. Fue un blanco de oportunidad. No sabían de quién se trataba.

El Gral. Sanchez empleó una teoría, que en criminología usamos constantemente: el análisis de oportunidad, capacidad y medios para realizar la conducta antisocial y análisis de riesgo por parte de los delincuentes.

La oportunidad delictiva es clara, no hay comunicaciones ni presencia policial, la víctima viajaba sola con vestimenta civil y sin escoltas. Los medios más efectivos en los casos de delitos violentos son las armas de fuego porque facilitan la intimidación y sometimiento de la víctima. Aunque la información disponible no lo aclara, es probable que los victimarios las emplearon. Finalmente, el análisis de riesgo de los delincuentes, es decir, cuáles son las consecuencias probables por cometer un delito grave como el secuestro. En un escenario en el que los sistemas de seguridad ciudadana, de procuración de justicia y penitenciario funcionan de forma adecuada bajo un Estado de Derecho categórico que garantiza la sujeción a proceso que culmine en una sanción penal y no la impunidad, el nivel de riesgo para un criminal es muy alto. En nuestro país, el nivel de riesgo para los delincuentes es muy bajo.

El secuestro del General es un indicador más de la crisis de seguridad que obedece a múltiples causas y factores sociales, económicos, políticos, criminológicos, etc., que han permeado por muchas décadas en la sociedad mexicana. No es un problema provocado

por la actual administración federal, pero el discurso que parece justificar a los criminales y sus acciones fortalece la capacidad de los criminales, su percepción de que saldrán impunes e inclusive de que tienen permiso para delinquir.

Para el Gral. Sánchez, la seguridad implica el equilibrio entre dos elementos esenciales, el orden y la libertad. El Gobierno es el responsable de mantener este equilibrio. Posicionamientos como “no secuestran a un pobre, secuestran al que tiene” rompe el balance que se debe mantener entre el orden y la libertad, inclinándose hacia el extremo de una libertad que es abusiva e ilegal y que lastima gravemente a la sociedad que aun respeta las normas sociales y las leyes.

El Gral. Sánchez y yo coincidimos en que el riesgo que hoy enfrenta nuestro país es una mayor descomposición de la sociedad provocada por la justificación de la delincuencia.

Es el Estado de Derecho, el cumplimiento categórico de la Ley, lo que debe ser uno de los principales factores para lograr la condición de seguridad que es indispensable para el Desarrollo Humano que persigue la actual administración federal.

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