Opinión

Los héroes ignorados de nuestra ciudad

miércoles, 17 de junio de 2020 · 13:34

Twitter: @AGuerreroMonroy

La primera Constitución Política de la Ciudad de México fue redactada y estructurada bajo un amplio espíritu progresista, con un enfoque de impulso a las libertades fundamentales y enormes expectativas por los derechos innovadores vertidos en este ordenamiento de vanguardia para nuestra ciudad capital. Esta norma fundamental colocó a la Ciudad de México jurídicamente a la par de Berlín y Buenos Aíres, únicas capitales del mundo que disponen de una Constitución.

Uno de los avances más notables plasmados en el texto constitucional reside en el reconocimiento a los originarios de la capital que viven fuera “el derecho a votar y ser votados”. Aunque los chilangos residentes en el extranjero pueden votar desde 2006, no fue sino hasta 2012 cuando pudieron ejercer su derecho a elegir al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. No obstante nunca han podido ejercer su prerrogativa a “ser votados”.

Con acierto dice Giovanni Sartori que las Constituciones no son meramente documentos legales -caracterizados por mandatos y prohibiciones- sino también como estructuras de incentivos y recompensas. Fue así que el constituyente de la ciudad cristalizó ese justo anhelo en el artículo 7 de la nueva Constitución Política de la Ciudad de México, en donde se señala que las personas originarias de la capital que residen fuera del país tienen derecho a votar y ser votadas en elecciones locales.

Para instrumentar y hacer realidad esta determinación, el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) se dio a la tarea de conformar un Comité de Expertos para analizar y proponer la viabilidad técnica de la figura de diputado migrante para el Congreso de la Ciudad de México. Los especialistas fueron destacados académicos y prestigiados migrantólogos como Víctor Alarcón Olguín, Leticia Calderón Chelius, Hugo Concha, Telésforo Ramírez García, Martha Singer y Daniel Tacher, quienes tuvieron la encomienda de presentar una propuesta técnica que permitiera contar con el procedimiento y la ruta para la postulación del diputado migrante.

De manera inesperada, el Congreso de la Ciudad de México decidió no aprobar la iniciativa que reglamentaba el derecho político de los migrantes chilangos a elegir un diputado y en los primeros días de este año 2020, se derogó la figura de diputado migrante. Esta decisión generó desconcierto en la comunidad migrante en el extranjero -particularmente de los capitalinos que viven fuera del país- que con extrañeza vieron suspendido de forma intempestiva su derecho político.5

Uno de los argumentos de quienes se oponen a la figura del diputado migrante (expresada en la exposición de motivos de la iniciativa respectiva) corresponde a que en el pasado proceso electoral de 2018 votaron 28,616 capitalinos residentes en el extranjero y que dicha cantidad representa sólo el 0.31% del total de la población que habita la Ciudad de México (8,985,339 habitantes). 6

Aunque la participación fue baja, no coincido con esta afirmación porque un derecho no se “mide” bajo un parámetro de participación. Si esa fuera la lógica, el gobierno y autoridades de Puebla carecerían de legitimidad porque en las pasadas elecciones extraordinarias de esta entidad (2019) votaron alrededor de 1,527,000 habitantes de un total de 6,371,000 ciudadanos, lo que representa una votación del 33% de la lista nominal de Puebla. El abstencionismo fue de 66.5%. Es decir, sólo 1.5 de cada 10 poblanos votaron por quien actualmente gobierna la entidad.

Por tanto, esta premisa de que debido a la baja tasa de participación desde el extranjero los capitalinos migrantes no merece tener una representación en su Congreso local, carece de sustento.

Con el objeto de refutar la resolución del Congreso de la Ciudad de México, ciudadanos binacionales como María Hernández y Juventino Yitzhac así como Daniel Tacher de Iniciativa Ciudadana, interpusieron un juicio de protección de derechos político-electorales. Esta iniciativa fue respaldada por respetados líderes como Jaime Lucero, David Herrera, Carlos Arango y Juan José Corrales e importantes organizaciones como Fuerza Migrante y Red Puebla, entre otras muchas más.

La buena noticia llegó el pasado 2 de junio, día en que la Sala Regional Ciudad de México del TEPJF se pronunció por la inconstitucionalidad de la derogación de la figura de diputado migrante. El Tribunal instruyó al IECM continuar los trabajos para la elección del diputado migrante e informar de los avances al respecto.

Por desgracia, recientemente se volvió a presentar un recurso de impugnación de la resolución en mención, que de prosperar cancelaría la elección del representante migrante.

El pasado 15 de junio, un grupo de 40 organizaciones de migrantes mexicanos en EEUU enviaron una carta a la Jefa de Gobierno. Ellas y ellos solicitan se respete la figura de diputado migrante.

El constituyente de la Ciudad de México reconoció que los más de medio millón de migrantes capitalinos siguen siendo ciudadanos de la gran urbe y que tienen derecho a ser votados. Continuemos en ese camino.

Nuestros migrantes chilangos aportan mucho al bienestar familiar y a la economía de la ciudad. Tan sólo en 2019 el monto de las remesas que se recibieron en la capital del país ascendió a 1,705 millones de dólares.

Hace algunas semanas el presidente López Obrador dijo que “los migrantes son héroes vivientes”. Los originarios de la Ciudad de México piden que su voz sea escuchada. No permitamos que sean héroes ignorados en su ciudad.

Otras Noticias