Opinión

Efectos del COVID-19

miércoles, 17 de junio de 2020 · 15:17

Twitter: @JOHN_OLIVERA

Aunque la mayoría de las personas no tengan presente que el Covid-19 ha marcado un punto de partida diferente en la vida humana, la realidad es que sus efectos están dejando huella en tres sentidos que debemos considerar fundamentales para el comienzo de la nueva etapa de la humanidad, es decir, analizar tres tiempos que, sin duda alguna, serán ejes centrales para determinar nuestro nuevo estilo de vida. Lo que fuimos, quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos.

La pertinencia humana

Cuesta trabajo reconocer que la pandemia haya ocasionado tantos estragos políticos, económicos, sociales y culturales. Sin embargo, si reconsideramos los elementos estructurales del estilo de vida que, previo a la pandemia, ocupábamos cotidianamente sin medir consecuencia alguna, podríamos analizar con mayor profundidad el rumbo al que hubiésemos circulado, lamentablemente, de no ser por el freno impuesto por el Covid-19.

Todo esto es consecuencia de la irresponsabilidad humana, ya que durante muchos años se mantuvo un sistema de explotación de recursos de forma corruptible que ocasionó rebasar los límites ecosistémicos que la naturaleza nos proporcionó para coexistir en el planeta, pero ¿qué relación tiene el estilo de vida que teníamos a los efectos de la pandemia? Dejando a un lado los vínculos conspirativos, religiosos, apocalípticos y proféticos, nos encontramos en las peores circunstancias de la humanidad, pero a su vez, en la mayor oportunidad para reflexionar de manera general y particular.

Se dice que cada mañana es una nueva oportunidad para comenzar de nuevo. Debemos considerar esta nueva etapa de la humanidad como una oportunidad para encaminar evolucionar y permitir desarrollarnos plenamente.

Mientras se continúe buscando obtener el poder como nación, la humanidad seguirá esclavizada a la inferioridad, a lo mundano.

El roll de las nuevas generaciones

Se convierte en la transformación de las prácticas banales, donde el punto de inflexión sea a través de la racionalización y el buen análisis del pasado, para que se comience a redireccionar el rumbo hacia el progreso y no al estancamiento.

No debemos permitir el control de nuestra libertad, sino ser quienes controlemos los factores externos por el bien común, y así mejorar.

Nos hemos convertido en una sociedad que exige soluciones, pero que no plantea de la misma forma como se requiere. Hemos dejado durante mucho tiempo en un grupo de individuos el poder de nuestra responsabilidad. Es por ello por lo que no nos extrañe que en un futuro, no muy lejano, ya no seamos poseedores de nuestra libertad. Tal parece que estamos dando el pretexto para justificar las acciones de aquellos que consideran que la sociedad no puede autogobernarse y que la única forma de mantener la paz y la seguridad es mantenernos en completa vigilancia.

Reflexión

I

El pasado: para reconocer los errores y corregirlos en el presente. De esta manera, podremos ser más perceptibles de las acciones que emprenderemos como sociedad y especie.

II

El presente: analizar en dónde estamos, hacia dónde nos queremos dirigirnos y qué es lo que pretendemos hacer para lograrlo. No podemos continuar con el mismo ritmo de vida al que estábamos acostumbrados, ya que de ser así no tendríamos futuro ni siquiera una expectativa de vida plena.

III

El futuro: se dice que aun no está escrito, sino que nosotros mismos lo construimos. Por tal razón, debemos trabajar en ello para conseguirlo. Queda en nuestras manos hacer algo por nosotros mismos.

 

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