¿Por qué un Ingreso Vital?

Twitter: @YessUrbina

Sí, una semana más impulsando una medida que podría salvar y transformar la vida de millones en medio de una pandemia que ha venido a agudizar la situación tan difícil a la que se enfrentan tantas familias cotidianamente y que ahora no tienen de otra más que salir a arriesgarse sin certeza de volver con el sustento que les permita acceder a la canasta alimentaria. Así de grave es el panorama.

Y empeora porque pareciera que el gobierno federal, en especial el presidente, no han logrado (o no han querido) dimensionar el tamaño de la tragedia que ya nos alcanzó y sigue cobrando vidas ya que no se ha domado ninguna pandemia y tampoco los programas sociales han logrado llegar a todas las personas y los créditos no han sido suficientes. Esas familias cuya sobrevivencia depende del ingreso de una trabajadora del hogar, del comercio informal, de las entregas a domicilio, de la oferta de servicios independientes y muchos empleos más de los cuales los han despedido o reducido el sueldo, han visto la peor cara de la pandemia sin que haya una medida que pueda ayudarles a cubrir la alimentación diaria.

Si no podemos dimensionar las consecuencias sociales y económicas de esta pandemia, entonces no habremos aprendido nada. Todos esos males que se ha prometido erradicar se vuelven más urgentes cuando no hablamos de una estimación futura sino del presente que encaran tantas familias el día de hoy en un contexto lleno de contradicciones y con más palabras que acciones.

La iniciativa del Ingreso Vital impulsada en el Congreso de la Unión por más de 120 legisladores e impulsada por organizaciones como Nosotrxs, OXFAM, El Día Después y muchas otras que buscan que las familias que no son beneficiarias de algun programa social y que se han visto más afectadas con la pandemia, puedan acceder a un apoyo mensual de $3,746 de carácter temporal (3 meses) no condicionado y que tendría un alcance de hasta 34.7 millones de hogares en situación de vulnerabilidad, esta cantidad es equivalente a un 57% de los 55 millones de personas que pertenecen a la población económica activa en la que no podemos olvidar que lo que predomina es la vía informal.

Es decir, esta medida urgente podría ayudar a que las familias más afectadas puedan acceder a la canasta básica alimentaria, reduciendo el riesgo que implica salir de sus casas todos los días en busca del sustento, sólo así el Estado sería capaz de disminuir los contagios y con ello proteger a las familias en mayor situación de vulnerabilidad que no han sido tomadas en cuenta en ningún programa social y que tampoco pueden solventar un préstamo.

¿De dónde va a salir el dinero para cubrirlo?

Como había mencionado hace unas semanas, la iniciativa propone que se tome del Programa para el Bienestar de las Personas en Emergencia Social o Natural que depende del Instituto Nacional de Bienestar, aunque si no se tomara en cuenta este programa, el costo mensual representa una inversión entre el 0.8 y el 1.2 del PIB sin implicar que el país adquiera una deuda impagable.

La emergencia por el COVID-19 no está en naranja, continuará en rojo y se intensificará si no se toman medidas contundentes que busquen proteger a las familias que se encuentran en mayor riesgo. Es preocupante y muy decepcionante que el presidente se atreva a menospreciar una iniciativa de tan alto alcance en medio de una emergencia cegado por sus fobias partidistas e intenciones de polarizar, sin matices, sin oportunidad de reflexión o debate que ponga en el centro lo que importa: el bienestar y certeza para millones de familias.

En momentos como estos es cuando la vocación de servicio y la intención de transformar deben estar más vivos que nunca. No perdamos de vista que hay familias que no tienen que comer el día de hoy o mañana y que no hay un solo apoyo al que puedan recurrir. Una vez más el Estado les está fallando y aún está a tiempo de rectificar.

No habrá una Nueva Normalidad cuando vivimos en un pico interminable de desigualdad y pobreza, no podemos ignorarlo, podemos enviar un correo masivo a tomadores de decisión e informarnos más sobre esta propuesta en la página de Ingreso Vital.