Opinión

La Educación en tiempos del centralismo, sin calidad ni excelencia

lunes, 1 de junio de 2020 · 15:50

Twitter: @veronicasobrado

La Educación en nuestro país, de la mano del centralismo y el autoritarismo, parece entrar a un período en el que la calidad y la excelencia no serán los ejes rectores. Hoy el marco legal del Sistema Educativo Nacional nos muestra un panorama ambiguo, y donde las malas decisiones dejan a las niñas, niños y adolescentes sin herramientas para su desarrollo.

Fue en mayo del 2019, en el Congreso de la Unión, cuando se aprobó la Reforma Constitucional en materia Educativa, la cual mandató la creación de nuevas leyes generales: la de Educación Superior, así como la de Ciencia, Tecnología e Innovación.

El texto constitucional modificado por la mayoría de Morena y sus partidos aliados, solo consolidó la aprobación de los sectores y sindicatos magisteriales; así, las y los legisladores de la 4T plasmaron un articulado de forma ambigua y complaciente.

Aunado a esto, se sumó la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (IEE) en el Artículo 3º, Fracción IX de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual fue sustituido por un organismo de mejora continua con elementos confusos, que denotan un desconocimiento del Sistema Educativo Nacional.

Por lo anterior, el Partido Acción Nacional tomo la decisión de votar en contra de esta reforma.

Derivado de la misma, Morena y sus aliados promovieron la expedición de una Ley General de Educación, con un sentido profundamente centralista, la cual fue aprobada en septiembre del 2019 sin considerar las observaciones que hicimos desde el PAN; pero tampoco tomaron en cuenta las reflexiones y los análisis emitidos por los Gobiernos Estatales, las instituciones educativas, las escuelas particulares y las propias dependencias como el Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (INIFED); así aprobaron esta ley, con una mayoría simple.

Resultado de lo anterior, aprobaron una ley en la que no hay innovación educativa y que tiene un texto repetitivo, que no se basa en las necesidades reales de niñas, niños y adolescentes, es decir, una ley ambigua.

A partir de esta ley, el Ejecutivo Federal propuso una Ley Marco de Educación para las Entidades Federativas, convocando a los Congresos Locales a armonizar sus leyes a más tardar el 15 de mayo del presente año. Lamentablemente dicha ley marco no es más que una copia ajustada de aquella Ley General de Educación, con errores técnicos, redundante e imprecisa y que nuevamente no está pensada en las diferencias y necesidades de los estados de la República Mexicana.

Cabe mencionar que los Congresos Locales no están obligados a tomar la propuesta tal cual, ya que son soberanos, sin embargo, algunas entidades como Puebla lo tomaron como un formato a seguir e hicieron una copia fiel, con errores y ambigüedades. 

Al Congreso Local de Puebla le correspondía profundizar en el análisis, dedicarse a la observancia de los detalles y especificaciones tanto de la Ley General como de la propuesta del Ejecutivo. Las y los legisladores debieron evitar a toda costa el trasladar los errores técnicos a los sistemas locales, lo que hoy está generando una gran molestia y confusión entre los actores de la educación.

Ejemplo de ellos son los Artículos 105 y 121, en el primero se determina que los muebles e inmuebles destinados a la educación impartida por las instituciones particulares formarán parte del Sistema Educativo Estatal; mientras que en el segundo se establece que las instituciones públicas de educación superior colaborarán con las instancias fiscalizadoras para verificar la aplicación de los recursos que se les destinen, en ambos casos la Ley de Educación del Estado de Puebla atenta contra el principio de legalidad y la libertad académica, ya que deja las disposiciones a criterio del gobierno, una clara muestra del autoritarismo.

A la par es importante señalar que aún no están aprobadas ni la Ley General de Educación Superior ni la Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación, las cuales ya son referidas en la Ley Marco, sin certeza de lo que contendrán.

Lo sucedido en Puebla es grave y preocupante porque se manda el mensaje de que el Congreso Local subordinado del Gobierno Federal, manteniendo el enfoque centralista y sin pensar en Puebla, en el desarrollo de las y los poblanos ni en las necesidades que demandan las niñas, niños y adolescentes para acceder a una educación de calidad y de excelencia, lo que debe ser punto central y de partida en esta Ley.

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