Opinión

Acto de fe

domingo, 31 de mayo de 2020 · 18:14

Twitter: @UZETASUM

Cuando México registra casi 10 mil muertes y cerca de 90 mil casos confirmados de Covid-19, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador dio fin a la llamada Jornada Nacional de Sana Distancia, y anunció el paulatino retorno a las actividades a partir de la semaforización del país que entra en vigor este 1º de junio.

Pero el pasado viernes, al presentar la metodología de semaforización, que guiará las acciones de los distintos gobiernos estatales a partir ahora, el mapa del país aparece prácticamente en color rojo. Esto es, en riesgo máximo de contagios.

Queda claro que el gobierno del presidente López Obrador se está lavando las manos, ya que, según el ahora famoso doctor coronavirus, Hugo López-Gatell, será decisión de cada uno de los gobiernos estatales implementar las acciones que más les convengan para ir abriendo paso a la “nueva normalidad”.

El gobierno de los López pretende que todos los mexicanos creamos en su palabra, en esta peligrosa etapa, como si se tratara de un acto de fe.

Y no hay mayor irresponsabilidad que esa. Es trágico que pretendan seguir engañándonos con sus fallidas estrategias y mentiras, tratando de no asumir los costos que ha tenido su pésima contención de la pandemia en la salud y economía de las familias mexicanas.

En los hechos, pero bajo otro nombre, la Jornada de Sana Distancia tendrá que seguir, ya que el mismísimo doctor coronavirus López- Gatell dijo, el pasado viernes, que las medidas de higiene y sana distancia tendrán que seguir aplicándose por años. La pregunta es si le seguiremos creyendo al vocero de la crisis de Covid-19 en los días y semana por venir. Entramos en un terreno oscuro y sin brújula que nos guíe.

Vale la pena recordar que, el ahora famoso doctor fue el funcionario que en el 2009 presentó al gobierno de Felipe Calderón cifras erráticas sobre la Influenza A-H1N1 y, ahora, con el mismo problema, es el vocero del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en torno al Covid-19. El mismísimo epidemiólogo que está en contra de las pruebas para detectar al coronavirus.

Pues ahora, los erráticos cálculos del funcionario han generado una gran confusión entre los mexicanos ya que los datos no checan y la curva de su soberbia sube a la par de la famosa curva de contagios de Covid-19.

Ahora queda claro que Hugo López-Gatell ha estado jugando con nosotros y su misión ha sido ganar tiempo para que la divina Providencia haga su trabajo para que los contagios y las muertes no se incrementen exponencialmente en estos días y semanas.

Pero este actuar irresponsable parece no hacer mella en el ánimo del presidente, quien creo al vocero de la pandemia para entretener al respetable en este trágico vodevil. Al momento que este personaje no le sirva más, lo desechará sin problema alguno.

Mientras tanto, el costo para el país será incalculable. Y no solo en términos de vidas humanas y contagios, sino también por la profunda crisis económica que ya está aquí y que tendrá un costo enorme para todos los mexicanos.

Confusión, contradicciones y desinformación siguen siendo el sello de este gobierno. Habrá alguien que se atreva a hacer frente a la República de “los otros datos”.

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