Nueva normalidad, ¿estamos listos?

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Es un hecho: durante la conferencia ‘mañanera’ de este viernes, el subsecretario López-Gatell anunció que se termina la Jornada Nacional de Sana Distancia e inicia la Nueva Normalidad. Ahora será responsabilidad conjunta entre la autoridad federal y estatal decidir cómo adaptar el semáforo del coronavirus a la realidad de cada entidad y municipio.

Ejemplos hay varios. Mientras que en CDMX solo regresarán a laborar el 1 de junio las actividades esenciales con una serie de precauciones ya establecidas por la administración de Claudia Sheinbaum, en Monterrey los centros comerciales abrirán de nuevo sus puertas al público, al 30% de su capacidad.

Además, el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, anunció que prevé un regreso remedial al ciclo escolar el 10 de agosto y un inicio del siguiente periodo para septiembre. Todo depende, de igual manera, del estado del semáforo en las diferentes regiones del país.

Los retos de la readaptación social a la nueva realidad que implica el coronavirus son infinitos

Por una parte, la vigilancia epidemiológica tendrá que ser más minuciosa, para evitar contagios masivos en centros laborales que estuvieron temporalmente cerrados durante la Jornada de Sana Distancia, y por otra el cumplimiento de los lineamientos por parte de la ciudadanía, en la cual AMLO confía de ‘buena fe’.

Mientras todo esto sucederá a partir del lunes, el semáforo se encuentra en rojo para casi todos los estados del país, a excepción de Zacatecas. Se reactivará la economía en un punto de alta peligrosidad de la pandemia y en un país que no tuvo una ‘cuarentena obligatoria’, como sucedió en varias naciones del mundo.

La economía como pagana es el dilema. Con previsiones catastróficas por parte de agencias calificadoras y el propio Banxico, la reactivación es necesaria para amortiguar la debacle que se viene, pero a costo de vidas humanas pasa a segundo plano.