Opinión

Todo extraño y el peso feliz

domingo, 24 de mayo de 2020 · 16:25

Twitter: @sofissy

Desde que la situación del Covid-19 empezó a profundizarse a nivel mundial que provocó un cierre de actividades no esenciales así como el aislamiento físico a nivel global, vimos como la preferencia por activos de menor riego se profundizó. Notablemente, el yen japonés mostró fuertes ganancias frente al dólar estadounidense lo que provocó que el banco de Japón saliera a limitar esta volatilidad al introducir más liquidez, en otras palabras, introducir más yenes en el mercado. El oro alcanzó niveles máximos históricos al rebasar las 1,700 dólares por onza y el dólar logró avanzar frente al resto de las divisas de manera significativa por arriba de las cien unidades (a este indicador se le conoce como índice dólar, que representa los movimientos de una canasta de monedas frente al dólar estadounidense).

Esto provocó que se viera una fuerte salida de capitales de economías emergentes hacia las avanzadas, destacando la mexicana en donde la tenencia de valores gubernamentales por parte de residentes en el extranjero mostró una importante contracción de -12% frente al cierre de diciembre de 2019.

Lo anterior además siguió aumentando como consecuencia de la intervención de Banco de México para facilitar el crédito y reducir la tasa de referencia, la cual se encontraba en niveles muy atractivos por lo que al disminuirla “este atractivo” se fue deteriorando junto con las dudas en torno a la política económica que el gobierno federal ha estado implementando para hacer frente a la crisis actual.

A lo anterior hay que agregarle el factor de la guerra de precios de petróleo que observamos los meses anteriores, que provocó que los precios internacionales de los hidrocarburos tocaran niveles precarios afectando en gran parte a los países productores como México. Al mismo tiempo, Estados Unidos volvió a presionar su relación con China, al culparlo de haber provocado la crisis actual y le recordó que debía respetar el acuerdo que habían alcanzado a principios de este año (Fase 1).

De esta manera el peso mexicano llegó a tocar cotizaciones por arriba de las 25 unidades por dólar estadounidense en el mes de abril. Sin embargo, la semana pasada hubo un revés, al elevarse el optimismo de que algunas farmacéuticas estén cerca de encontrar un tratamiento que limite y/o prevenga la propagación del coronavirus, además del anuncio de algunos recortes de producción petrolera por algunos miembros de la OPEP junto con la reapertura económica en varios países del mundo, lo que supondría un incremento en la demanda de crudo. Ante esto los precios internacionales de crudo se recuperaron fuertemente, haciendo que el peso mexicano se pusiera feliz frente al dólar estadounidense no obstante lo extraño del contexto.

Llama la atención que esto haya sido el factor que promovió la recuperación por poco más de 5% en el periodo del 18 al 22 de mayo en la cotización del peso mexicano, la cual finalizó en 22.77 pesos, ya que dejó totalmente de lado la constante revisión de las perspectivas económicas de nuestro país para este año así como las dudas en la dirección de las políticas públicas del gobierno mexicano, en particular sobre el sector energético en torno a las energías renovables.

Por lo tanto, esto deja pensar que la mejoría del peso mexicano podría ser pasajera puesto que podría sufrir nuevamente un ajuste a menos de que exista un giro en la dirección económica y las perspectivas mundiales de igual forma, mejoren.

Otras Noticias