Nuestros migrantes y el COVID-19

viernes, 1 de mayo de 2020 · 09:00
Twitter: @AGuerreroMonroy Nuestra comunidad migrante en Estados Unidos se encuentra severamente afectada por la pandemia del COVID-19. En esta emergencia global poco o nada se ha dicho sobre los riesgos para aquellos que tienen mayor vulnerabilidad como lo son los migrantes. En el vecino país, la mayor parte de la comunidad trabaja en sectores como la construcción, turismo y servicios, entre otros. Hoy en día muchos de ellos trabajan en hospitales realizando labores de limpieza y entregando insumos. Aproximadamente 6 millones de migrantes no cuentan con seguro médico ni tienen derecho a obtener algún tipo de apoyo económico por parte del gobierno federal.
Los migrantes son quienes en estos momentos mantienen a flote las grandes urbes.
Te puede interesar: Van 100 personas intoxicadas tras el llamado de Trump a inyectarse Lysol Estos trabajadores “esenciales” son quienes reparten los alimentos a domicilio, efectúan el aseo urbano en calles y espacios públicos así como recogiendo residuos sólidos en centros de salud. Son ellas y ellos quienes mantienen el abasto de supermercados y farmacias. Estos millones de “héroes” que se encuentran en la trinchera contra la pandemia -que son los más perjudicados por las consecuencias de la crisis de salud-, no incluye a los 2.5 millones de jornaleros -básicamente migrantes indocumentados- que son quienes cultivan y cosechan el alimento del país del norte. Los trabajadores agrícolas resultan fundamentales en el suministro de alimentos para la sociedad norteamericana. “Sin ellos no comeríamos”, ha escrito Greg Asbed en un artículo del New York Times. “Pueden enfermar al ir a trabajar, pero no pueden arriesgarse a perder sus empleos por no hacerlo”, agrega. La característica de este segmento es que trabajan con salarios bajos en condiciones precarias y en permanente aislamiento social. Puedes leer: Donald Trump ataca a la OMS por malos consejos sobre COVID La reciente decisión de la Suprema Corte de Estados Unidos que posibilita al presidente Donald Trump a negar la renovación de su visa a quienes utilicen de manera cotidiana los servicios de salud -aunque contribuyan a las finanzas nacionales con sus impuestos-, los pone en riesgo absoluto. Esta determinación contiene todas luces un elemento discriminatorio y racista. Ellos expresan que ante el temor a ser deportados no acuden al médico aun cuando se encuentran muy graves por la infección del COVID-19. Prefieren morir en sus casas. Por otra parte, la acelerada propagación del coronavirus ha generado un recrudecimiento de actos de discriminación así como fuertes presiones económicas por la caída del consumo, el incremento en despidos y la carencia de empleos. Te podría interesar: Trump vs Trump En Estados Unidos radican cerca de 57 millones de latinos. De estos el 63% es de origen mexicano, es decir, alrededor de 36 millones. La concentración más grande de mexicanos se encuentra en California con 12.8 millones; Texas con 9.6 millones; Arizona con 2 millones e Illinois con 1.8 millones. Estos cuatro estados juntos tienen el 11% de los casos localizados de la pandemia. Llama la atención Nueva York, donde se ha detectado el 38% de los casos y por tanto es la entidad de la unión americana que tiene el mayor desafío para reducir los contagios. En esta ciudad vive el 35% de población mexicana que radica más allá del Rio Bravo, principalmente de origen poblano.
Nuestra comunidad migrante corre peligro y la pandemia arremete contra ellos y sus familias.
Es momento de que las instituciones del Estado mexicano les brinden todo el apoyo. Es urgente. Hoy más que nunca no podemos dejarlos solos. Aportan mucho al país y siguen siendo mexicanos, no lo podemos ni debemos olvidar.

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