Parálisis en el Gobierno de la CDMX

Twitter: @DianaSanchezBar Los momentos difíciles en la vida, las crisis, sacan lo mejor de las personas. Lo hemos visto con diversidad de manifestaciones de solidaridad, humanismo, sacrificio por parte de la comunidad médica y, afortunadamente, un largo etcétera. Mucha gente, está mostrando su cara más amable, más sensible, o incluso, más artística y emotiva que, a cualquier nos haría estremecer porque diferentes que tocan las fibras más sensibles de cualquier ser humano.

Estos son los puntos que anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador para enfrentar la crisis por COVID-19. pic.twitter.com/niv9lLBsPI

— Gluc (@GlucMx) April 7, 2020

Sin embargo, las crisis también hacen florecer en ocasiones los peores sentimientos y acciones de las personas, cuando se ven amenazadas o cuando se reconocen incapaces de atender una situación de suma gravedad. Desgraciadamente, en este segundo grupo de personas encontramos el, ya de por sí, disminuido liderazo del gobierno de la Ciudad de México. En efecto, en ocasión de la pandemia que azota al mundo y a México, por una parte, el gobierno Federal ha dictado diversas acciones emergentes para contener sus efectos más perniciosos. Algunas de estas medidas han sido cuestionadas en su legalidad o constitucionalidad, pero han dejado claro que el gobierno del presidente de México ha superado la pasividad con la que inició las acciones que en el mundo se estaban replicando. Puedes leer: ¿Cómo ha cambiado la CDMX a un año de gobierno de Claudia Sheinbaum? Algunos gobernadores estatales, asumiendo una posición de avanzada, no solo seguían puntualmente las medidas dictadas por el Consejo de Salubridad General y la Secretaría de Salud, sino que además han mucho más allá, elevando la apuesta de sus atribuciones para proteger en mayor medida a su población. Desgraciadamente, no es el caso del gobierno de la Ciudad de México. En la capital del país —foco de la pandemia a nivel nacional, con el mayor número de contagios (4,152 casos positivos) y de muertes registradas (328 defunciones) hasta el 27 de abril— el gobierno de Dra. Scheinbaum ha sido sumamente discreto, por no decir francamente omiso, para tomar medidas relevantes, para la canalización ordenada de recursos públicos para atender a los sectores más vulnerables de la población. Mencionemos solo algunos contrastes con relación al apoyo a los comerciantes informales. El gobierno de Jalisco anunció un apoyo de 400 millones de pesos a comerciantes informales. Individualmente consistirá en dos pagos de 5 mil pesos, mientras la contingencia sanitaria permite a los trabajadores volver a sus actividades. Podrías leer: Contra el COVID-19 sin condiciones laborales En Durango, se optó por activar un operativo de Asistencia Social, el cual consiste en dar alimentos a grupos vulnerables. Entre estos, se encuentran aquellas familias cuyo único ingreso provienen del comercio informal. En Quintana Roo, la secretaria del trabajo local indicó que el gobierno entregaría despensas a aquellas personas dedicadas al turismo informal, o que su sustento económico se basara en comisiones. En Chihuahua se anunció un plan que consiste en paquetes de alimentación a sectores vulnerables, tales como niños, adolescentes, personas de la tercera edad, jornaleros y gente perteneciente al sector informal. ¿Qué ha hecho el gobierno de la Ciudad de México, con un padrón de cerca de un millón y medio de mujeres y hombres —y por lo tanto, familias— que integran el sector del trabajo no asalariado? Nada. Absolutamente nada. Puedes leer: Tianguistas provocan caos en Coyoacán con bloqueo Desde luego, ha seguido las instrucciones del gobierno federal de concentrar recursos en sus programas sociales emblemáticos, algo que, si bien es necesario por las carencias que todas y todos estamos padeciendo, también se acerca mucho al clientelismo político. Esta pandemia no durará poco, lo dicen los expertos y las autoridades a nivel mundial. Esperemos que el gobierno de la Ciudad de México procure y atienda a su gente y no solo a la militancia; que salga de su parálisis y rebase el mandato del líder moral de su Partido para salvaguardar la salud y la vida de las y los capitalinos.