El voto electrónico por internet y la imperiosa confianza ciudadana

viernes, 21 de febrero de 2020 · 02:21
Twitter: @AGuerreroMonroy Los avances tecnológicos han provocado cambios profundos en nuestra vida diaria. Desde el uso de teléfonos inteligentes hasta el uso de plataformas digitales para comunicarnos, pagar servicios y realizar compras, es un hecho que nuestro quehacer diario está acompañado por la tecnología. En esta tesitura, no han sido la excepción los procesos electorales en el mundo, los cuales desde el registro de votantes escrutinio y cómputo de votos hasta el ejercicio propio del sufragio, han venido evolucionando a la par de los progresos tecnológicos. Por citar un ejemplo, el voto electrónico a comenzado a utilizarse en varios países en los últimos 25 años. Importantes democracias como India, con 900 millones de votantes, y Brasil, con alrededor de 147 millones, se han apoyado para la realización de sus elecciones en los sistemas de votación electrónica. Estas dos democracias -que cuentan con órganos electorales independientes- utilizan urnas electrónicas para sus procesos electorales nacionales en sus vastos territorios. También como Estados Unidos, Argentina y Perú han optado por el uso de la tecnología en votaciones regionales. En el vecino país del norte, es común ver como se utilizan papeletas electrónicas para elecciones locales, que incluso en algunos casos incorporan idiomas como el chino y el español. En democracias añejas como Alemania, España, Irlanda, Italia, Países Bajos y Reino Unido, se ha incorporado la votación electrónica a sus elecciones, aunque todavía no ha sido adoptada plenamente por inquietudes sobre su confiabilidad. Estas dudas han derivado en que después de más de veinte años de usar el voto electrónico, el gobierno holandés decidió regresar al voto en papel. De igual manera, la suspicacia por parte del electorado alemán e irlandés en los sistemas, derivó en que ambos países suprimieran el sufragio automatizado. El voto electrónico tiene como ventajas la velocidad y precisión en el procesamiento de los resultados. De igual manera, el voto es más económico y “ecológico” al prescindir del papel. Una característica adicional es que garantiza el derecho al sufragio a poblaciones con accesos limitados o que residen fuera de su territorio. En contraparte, los desafíos de seguridad y confiabilidad plantean un contrapeso a los beneficios en mención. Existen diferentes métodos de votación electrónica, tales como las máquinas de grabación electrónica directa, mejor conocidas como urnas electrónicas, en donde los ciudadanos “pinchan” en una pantalla digital la opción de su preferencia y la elección queda registrada en el sistema correspondiente. Tras haber votado, generalmente el votante obtiene un comprobante como testimonio de haber sufragado. Otra modalidad -menos utilizada- lo es el voto electrónico en papel, mediante el cual el ciudadano vota en una papeleta o cédula de papel y mediante escaneo o lectura óptica, se digitaliza la elección, facilitando el conteo respectivo.
Un mecanismo ampliamente innovador lo es el voto electrónico por internet, el cual resulta incluyente y moderno además de que reduce costos en un 30%.
El sufragio a distancia en línea permite al ciudadano emitirlo prácticamente desde cualquier lugar y la posibilidad de auditar cada una de sus fases. Al mismo tiempo, al ser emitido y quedar asentado en medios electrónicos, permite la captación de datos fiables de forma expedita y adicionalmente, erradica totalmente el margen de error humano. Por otro lado, da certeza al votante en virtud de que una vez emitido el voto, el elector puede recibir una contraseña o clave aleatoria otorgada por el sistema, con la que puede checar si su voto fue contado o no, independientemente del sentido del mismo. Países como Canadá, Estonia, Francia, Noruega, Panamá y Suiza han utilizado el voto por internet, el cual les ha permitido la publicación de resultados oficiales con mayor rapidez, eficacia y certidumbre. En México, el artículo 329 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE) establece que los mexicanos en el extranjero podrán votar por la Presidencia, Senadurías y Gubernaturas/Jefatura de Gobierno (siempre que así lo dispongan las constituciones locales) a través de la modalidad postal, personal o vía electrónica. Para llevarlo a cabo en nuestro país, resulta imprescindible que el Instituto Nacional Electoral (INE) emita los lineamientos correspondientes. Para flexibilizar y maximizar la votación de la comunidad mexicana en el exterior y de cara a las elecciones intermedias de 2021, el INE ha desplegado diversos esfuerzos institucionales, aprobando en mayo de 2019 los Lineamientos que establecen las características generales que debe cumplir el Sistema de Voto Electrónico por Internet para las y los mexicanos residentes en el Extranjero, mientras que en septiembre del mismo año, se aprobaron los Lineamientos para la Auditoria al Sistema de Voto Electrónico por Internet para las y los mexicanos residentes en el extranjero. Es preciso recordar que a nivel local, en México se cuenta con experiencias de voto electrónico desde 2012. Entidades como Baja California Sur, Chiapas, Colima y Ciudad de México (antes Distrito Federal) posibilitaron este mecanismo de votación para sus ciudadanos residentes en el extranjero. Basta recordar el denominado “voto chilango” el cual es un sistema de votación electrónica por internet –ampliamente reconocido y auditado- que ha sido utilizado por ciudadanos en el exterior, para elegir al Jefe de Gobierno de la capital. El sistema de voto electrónico por internet para mexicanos en el extranjero ya se encuentra configurado y se han tomado acciones para informar a la comunidad mexicana en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, que es un sistema simple y sencillo, tal y como se recomienda en las mejores prácticas de este tipo de plataformas. De igual manera, se ha compartido que el sistema a emplear (faltaría que el Consejo General del INE apruebe en agosto de 2020 esta modalidad vinculante) cuenta con todas las salvaguardas necesarias en cuanto a seguridad, datos encriptados y secrecía del voto. Cabe añadir que en el mes de marzo se llevará a cabo un simulacro de votación a través del Sistema, en el cual se prevé la participación de los institutos electorales locales, partidos políticos así como de los connacionales residentes en el extranjero. Recientemente, Francisco Guerrero, Secretario para el Fortalecimiento de la Democracia de la OEA escribió que “La tecnología ofrece importantes beneficios para le gestión electoral, no obstante, el éxito de la implementación de sistemas electrónicos en las elecciones, depende fundamentalmente de la confianza que los ciudadanos tengan en dichos sistemas, en todas las etapas del proceso y en las entidades que lo administran”. Y añade: “El uso de la tecnología sin considerar todas sus vulnerabilidades y desafíos no sólo ocasiona errores en su implementación, sino que resquebraja la percepción de confianza y seguridad en el electorado, amenazando la credibilidad de los sistemas democráticos. En este tema, el acompañamiento de los partidos políticos, la prudencia y la verificación técnica son siempre indispensables”. Finalmente como lo ha señalado el consejero electoral Enrique Andrade, presidente de la Comisión de Vinculación con Mexicanos en el Extranjero del INE:
“Lo difícil no era tanto tener un sistema electrónico, sino generar la confianza plena de los ciudadanos”.

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