Opinión

Reclasificación de cannabis: del mal a la panacea

martes, 8 de diciembre de 2020 · 12:46

Twitter: @PaolaRodc31

En días recientes, se ha dado a conocer la noticia de que la Comisión de Estupefacientes de la ONU ha realizado la reclasificación de la marihuana, retirando su nombre de la Lista IV de la Convención Única de Estupefacientes de 1961, listado de narcóticos de riesgo, donde figuraba al lado de opioides adictivos y letales como la heroína. Lo anterior, derivado de una serie de recomendaciones que en 2019, dio a conocer la Organización Mundial de la Salud sobre cannabis y sus derivados.

En una votación, por demás histórica de 53 Estados miembros, se resolvió eliminar al cannabis de los programas de control de estupefacientes más estrictos, donde había estado colocado durante 59 años. Un resultado de 27 votos a favor, 25 en contra y una abstención, ha dado la pauta para que, por fin, se abra la puerta a un reconocimiento del potencial medicinal y terapéutico de esta planta, el impulso de la investigación científica sobre sus propiedades y en el contexto internacional pueda reconsiderarse la normatividad a favor de una verdadera legalización.

Sobre los argumentos en que recae la votación obtenida, Ecuador se proclamó por la producción, venta y uso de cannabis en “un marco regulatorio que garantice las buenas prácticas, la calidad, la innovación y el desarrollo de la investigación”.

Estados Unidos se inclinó por mantenerlo en la Lista I, argumentando lo siguiente "es coherente con la ciencia que demuestra que, si bien se ha desarrollado un tratamiento derivado del cannabis seguro y eficaz, el cannabis en sí continúa planteando riesgos importantes para la salud pública que deben seguir estando controlados en virtud de las convenciones internacionales de fiscalización de drogas”.

Con voto en contra, Chile manifestó que “existe una relación directa entre el uso de cannabis y el aumento de la posibilidad de padecer depresiones, déficit cognitivo, ansiedad, y síntomas psicóticos” 

Sin embrago, uno de los mayores puntos a destacar, sobre la motivación que derivo en la reclasificación de la Organización Mundial de la Salud con respecto a la marihuana es que:

“… algunos de sus derivados como el cannabidiol (CBD), un compuesto no intoxicante, no deben estar sujetos a controles internacionales ya que ha asumido un papel destacado en las llamadas terapias del bienestar en los últimos años al tiempo que ha creado una industria de miles de millones de dólares.”

Los expertos dicen que la aprobación de la recomendación que tuvo lugar hoy, no tendrá implicaciones inmediatas para aflojar los controles internacionales, y los gobiernos aún tendrán jurisdicción sobre cómo clasificar el cannabis, según publicó el New York Times. Sin embargo, el camino se hace paso a paso, es de suma importancia la reflexión mundial a la que nos enfrentamos, la marihuana ya no es vista como la droga mortal, ya no es el instrumento del delincuente, ya no representa solo el combustible para “el viaje” y si lo es, ese viaje ya no es el que no tiene retorno.

El avance sobre la regulación y la armonización de la Ley en materia de Salud es facultad del Estado, mientras no exista un panorama real sobre las propiedades y uso adecuado de cannabis, el estigma social que ha menguado el avance y desarrollo, tanto de la industria del cáñamo como la inclusión de los cannabinoides para el tratamiento de diversas enfermedades seguirá vigente, y el tema seguirá en el tintero, con iniciativas de Ley amoldadas a los intereses de unos cuantos, seguiremos siendo parte de la ignorancia de muchos contra el reclamo de tantos que persiguen la causa. No importa el fin, sea recreativo o medicinal, el uso de cannabis debe ser descriminalizado.

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