Opinión

Del uniforme neutro a la barbarie

jueves, 19 de noviembre de 2020 · 11:58

Twitter: @Hadacosquillas

Estaba releyendo a Theodor Adorno y dice algo así “La exigencia de que Auschwitz no se repita es la primera de todas las que hay que plantear a la educación. Precede tan absolutamente a cualquier otra que no creo deba ni tener que fundamentarla”.

En efecto, ¿Cómo educar después de una barbarie? Y ha quedado claro que nos ha sido imposible. Hoy por hoy los acontecimientos de violencia que enfrentamos como humanidad nos rebasan en conciencia, creo, tendrán que pasar muchas generaciones para poder dar cabida en el entendimiento a todo lo que estamos viviendo. ¿Acaso pensaron que algún día la humanidad sería capaz de sobrepasarse así misma?  Tal parece que semejante monstruosidad no ha calado lo suficiente en las personas.

Vemos de modo constante la pervivencia de la posibilidad de la repetición, cualquier debate educativo resulta banal si nos ponemos a pensar sobre cómo hemos educado después de Auschwitz, en esto radica lo terrible, en que en países como el nuestro, tan “alejados” de una realidad como esa, ni siquiera se consideró de importancia y se banalizó. Hoy, vivimos las consecuencias de un país mal educado, un país en el que la necesidad se impuso a la conciencia. Un país que siempre se consideró “pacífico” al que ningún tipo de barbarie podría alcanzar y he aquí los resultados.Y ojo, no estoy banalizando el holocausto, ni comparando, simplemente lo tomo de ejemplo de algo terrible y que por no aprender de la historia nos condenamos a repetirla  como bien lo dijo Ruíz de Santayana.

No estaría nada mal prestar atención a las obras freudianas El malestar de la cultura, Psicología de las masas,  y el Análisis del Yo. Si en el principio mismo de la civilización late la barbarie, luchar contra ella podría ser algo desesperado y difícil no caer en la frágil tentación de una retórica idealista. Sin embargo, algo tenemos que hacer, no es posible que indigne más a las personas un uniforme que el número preocupante de asesinatos de mujeres y todo aquello que represente lo femenino, no es posible que escandalice la idea de que un niño use falda como si esto fuese determinante para su orientación sexual, inadmisible tremendos absurdos así como el hecho de que no escandalicen  las reformas que afectan a todo el capital de la ciudadanía, no es posible que se indignen de tal manera, poniendo de manifiesto la barbarie que habita en sus cabezas en forma de prejuicios; y no hacer algo en realidad para poner fin a los grandes problemas que enfrentamos ¿En qué momento la ética se torno inexistente?

No se va a las raíces, no se trabaja el origen del problema, es justo lo que Adorno llama el viraje al sujeto, hay que sacar a la luz los mecanismos que hacen a los seres humanos capaces de tales atrocidades y mostrárselas a ellos mismos. Generar una consciencia general sobre tales mecanismos, los asesinados no son los culpables, los culpables son quienes han descargado sobre ellos y ellas  su odio y agresividad sin ni siquiera conocer al Otro pero siempre se tiende poner atención en la víctima y de este modo se quita la mirada al culpable.  Es justo esa insensibilidad humana la que ya debemos combatir, no basta con que se ponga carita triste en un post de Facebook, o que se hagan marchas para manifestar el enojo.

EDUCACIÓN, es eso, educar bien y no en las escuelas solamente, desde casa la educación debe ser disuasiva para dejar de reproducir ese odio, pero si tenemos padres y madres que fomentan el rechazo a las diferencias; funesto destino como sociedad cuando debemos tener en claro que la educación solamente podrá tener sentido si se encamina a la autoreflexión crítica. La tesis de Freud en el Malestar de la cultura ha quedado superada pues la presión civilatoria que el previó se ha multiplicado hasta lo hoy insostenible así que si existe un atisbo de esperanza, ese lo tenemos en la base de la sociedad, en la educación para la paz lo cual permea en todo, lo sexual, lo socio emocional, lo económico, lo político, en fin, no cabe duda que a la humanidad nos falta mucho por aprender de lo básico con todo y los enormes avances científicos y tecnológicos que se han creado, seguimos como diría Kant en la minoría de edad.  Ya es tiempo de dar cabida a la humildad y dejar de embrutecernos dando de tragar al ego con tan soberbias actitudes pues solamente estamos socavando a nuestra propia especie.

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