Opinión

La radicalización de las protestas feministas

miércoles, 11 de noviembre de 2020 · 13:49

Twitter: @GNava1980

Nos están matando. No es una consigna de una protesta, tampoco un slogan de campaña o la frase de un movimiento de oposición al presidente López Obrador. Es una realidad cruda y todavía invisible.

ONU Mujeres, en su capítulo México presenta la serie La violencia feminicida en México, aproximaciones y tendencias 1985-2016, en donde analiza las defunciones femeninas con presunción de homicidio en México o DFPH.  El documento define a las DFPH como los decesos de mujeres con elementos que hacen suponer que fueron víctimas de homicidio. Considero que no hace falta enumerar cuales son los elementos que hacen suponer el homicidio de una mujer, la realidad cruda nos lo deja ver diariamente.

De acuerdo con el documento de ONU Mujeres, en 1985 hubo 1 mil 460 DFPH en México, lo que significaba 3.8 mujeres privadas de la vida por cada 100 mil mujeres. En 2017 la cifra fue de 3 mil 314 DFPH y una tasa de 5.2 mujeres privadas de la vida por cada 100 mil mujeres. El incremento entre 1985 y 2017 es de 66% en 32 años.

Habrá quien considere que no ha sido un gran incremento ya que el periodo en el que aumentaron las DFPH es de más de 30 años. Pero lo que en realidad ocurre es que hablamos más bien de un problema que lleva mas de 30 años gestándose y agravándose. Un problema que ha permanecido invisible por mas de 30 años. 

En 1985 las entidades federativas donde era más peligros ser mujer eran Estado de México con 8.3 mujeres privadas de la vida por cada 100 mil mujeres, Oaxaca con 6.9, Guerrero con 6.4 y Querétaro con 5.6.  En 2017 las entidades consideradas en números rojos fueron Baja California Sur con 20.5 mujeres privadas de la vida por cada 100 mil mujeres, Colima 19.4, Chihuahua 13, Guerrero 11.1, Zacatecas 11.1, Nayarit 9.6, Morelos 7.6, Tamaulipas 7.5. Esto nos demuestra que los homicidios de mujeres no solo incrementaron, sino que se dispersaron por una importante porción geográfica de México. Nada ha contenido mínimamente las DFPH.

Aún hay resistencia (o necedad) a admitir que a las mujeres nos están matando por ser mujeres, independientemente de las causas y el contexto en el que se de el homicidio mismo. Hoy hay una gran resistencia (o indiferencia) a investigar con rigor científico por qué nos están matando.

Todo este contexto explica porque cada vez más mujeres mexicanas han decidido salir a protestar, a exigir que se haga algo para que dejen de quitarnos la vida.  Aunque no se justifica, se entiende porque se han radicalizado en sus protestas. Las cifras no mienten, los gobiernos llevan mas de 30 años “pateando” el problema hacia la siguiente administración. La ciencia sigue “dándole la vuelta” a la investigación de las causas estructurales que han llevado a la realidad que hoy las mujeres tenemos que vivir en México. La sociedad sigue pensando que nos matan por putas, por no quedarnos en casa, por no tener hijos, por salir a trabajar, por hacer trabajos que son solo para los hombres, por quebrantar el rol de mujeres que nos han construido e impuesto por siglos.

Y por si todo esto fuera poco, las autoridades deciden que lo mejor que se pude hacer contra las protestas radicales de las mujeres es “contenerlas” con disparos al aire, o mejor aún, con discursos que presentan a las mujeres que protestan como meros instrumentos de grupos de presión política contra el gobierno.

Me pregunto de la forma más sarcástica, ¿Por qué me extraña que quieran minimizar las protestas de las mujeres, si solamente llevamos 30 años de gobiernos que se niegan a ver que nos están matando?

A todas las mujeres que siguen luchando por las que han muerto y para que no nos maten a las que aun tenemos la fortuna de estar sobre este planeta: no se rindan.

Todo lo que se ha logrado en este país ha costado sangre, y conseguir que los gobiernos asuman su responsabilidad ante los homicidios de mujeres no será la excepción.

 

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc.

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