Adiós a los fideicomisos ¿y a la corrupción?

Twitter: @JOHN_OLIVERA

De acuerdo con la estrategia contra la corrupción del Presidente Andrés Manuel López Obrador, los fideicomisos que durante muchos años se fueron creando con un objetivo en específico, el fomentar el desarrollo económico y social a través del manejo de recursos públicos, ahora son parte del listado de corrupción y de eliminación del panorama público por el Gobierno Federal. Esto se logró por la aprobación en el Congreso de la Unión por la bancada de Morena, donde finalmente el pasado martes 20 de octubre el Senado de la República desapareció 109 fideicomisos y se turnó al Ejecutivo Federal para su promulgación.

¿Existía corrupción en los fideicomisos públicos?

Según el Presidente de la República los fideicomisos públicos se manejaban sin transparencia y de maneras discretas:

“Me llama la atención de que estén defendiendo con tanta pasión el que se mantengan los fideicomisos, que se manejaban sin transparencia, de manera discrecional, no se sabe cómo ejercían el presupuesto y donde se sabe que hay antecedentes de corrupción”, La Jornada, En fideicomisos, oposición defiende “intereses creados: AMLO.

De ser así ¿Por qué no se combate la corrupción a través de la Unidad de Inteligencia Financiera y otras instituciones que tienen la facultad para investigar, procesar y ejecutar jurídicamente a los responsables?

Lo preocupante de este asunto son las declaraciones que López Obrador y algunas autoridades federales realizaron-realizan sin medir consecuencia alguna de sus dichos. El señalar actos de corrupción de administraciones pasadas sin pruebas, pero tomando acciones “justificadas” para eliminar 109 fideicomisos es una manera de continuar con la conquista del poder.

En aquellos tiempos de La conquista española parte de la evangelización fue eliminar toda creencia cultural y religiosa de los nativos con la finalidad de edificar la religión católica y la cultura de la Corona Española.

De la misma manera, la actuación del Gobierno Federal sobre instituciones, recursos y obras públicas de administraciones anteriores que, de alguna forma u otra, tenían seguimiento, son interrumpidas de manera brutal y absoluta, dejando deudas multimillonarias, desempleo y áreas prioritarias sin recursos para su progreso.

Que denuncien: Claudia Anaya

Así declaró la Senadora por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) al señalar que ninguna autoridad puede declarar sin pruebas, de lo contrario que acudan a la Fiscalía General de la República (FGR) y se inicien los procesos judiciales correspondientes para que no se violente el debido proceso.

La Senadora Anaya precisó puntos fundamentales sobre los cuales las autoridades debieron actuar previo a la eliminación de los 109 fideicomisos públicos, teniendo oportunidad de visualizar y construir mecanismos jurídicos a través de iniciativas de ley que permitieran mejorar la aplicación de la ley.

No se pueden establecer criterios de combate a la corrupción con argumentos ambiguos donde no se tenga claridad de la justificación legal para eliminar instrumentos jurídicos que benefician a la sociedad en general, por ejemplo, el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), el cual tiene como finalidad atender las emergencias naturales en el territorio nacional en conjunto con el Plan DNIII-E de la Secretaría de la Defensa Nacional, permitía apoyar a los más necesitados otorgándose recursos a las entidades federativas que solicitaran una declaratoria de desastre o de emergencia.

Reflexión

Hacer declaraciones en cargos públicos de máximo nivel también corresponde a una responsabilidad de altura, es decir, en un futuro aquellas autoridades del presente tendrán que responder, para bien o para mal, por las consecuencias que deriven de estas acciones.

Por otro lado, es fundamental mantener los resultados eficientes de administraciones anteriores porque serán oportunidades -sin fines partidarios y particulares- para el beneficio de México.

Seguramente los legisladores a favor de la eliminación de los 109 fideicomisos públicos tendrán a la mano un plan de emergencia para todas aquellas personas que dependían laboralmente de dichos recursos, así como los beneficiaros que a partir de estos momentos se estarán preguntando ¿Qué vamos a hacer en caso de algún desastre natural o emergencia? Para los jóvenes que solicitaban una beca para continuar estudiando en el país o en el extranjero ¿Tendrán las mismas oportunidades? Queda en manos de las autoridades el futuro y rumbo de las presentes y futuras generaciones.

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