Opinión

Cienfuegos

domingo, 18 de octubre de 2020 · 16:57

Twitter: @UZETASUM

La detención, en Estados Unidos, del general en retiro Salvador Cienfuegos Zepeda, quien fungió como secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Enrique Peña Nieto, salpica a la buena imagen del Ejército.

En las distintas encuestas y mediciones de opinión sobre las instituciones que generan confianza entre la población, el Ejército siempre se encuentra en las primeras posiciones. Nuestras fuerzas armadas han sido vistas siempre como un cuerpo disciplinado que cumple funciones de beneficio para las familias mexicanas, como el denominado Plan DN-III de auxilio a la población en casos de desastre.

El papel de los militares comienza a ser cuestionado por su involucramiento en tareas de seguridad pública, ante la nula eficacia de las corporaciones policiacas, y la creciente penetración del crimen organizado en las policías de todo el país.

Desde hace ya varios sexenios, el papel del Ejército en el combate al narcotráfico y a la delincuencia organizada ha provocado el rechazo de diversos grupos de la sociedad que argumentan constantes violaciones a los derechos humanos por parte de los militares.

Sin embargo, todos reconocemos que nuestras fuerzas armadas se han convertido en el último reducto que tenemos los mexicanos para enfrentar las amenazas a nuestra integridad personal, familiar y patrimonial.

De ahí que, en los sexenios de Felipe Calderón, primero, y de Enrique Peña Nieto, después, el presupuesto destinado al Ejército y a la Marina se ha incrementado en forma exponencial, a la par del nivel de involucramiento de los militares y marinos en tareas distintas a su responsabilidad principal.

En el gobierno de la Cuarta Transformación esta tendencia continúa, ya que la creación de la Guardia Nacional y el involucramiento de los militares en todo tipo de tareas ha generado un fuerte debate en torno a la militarización de la vida política nacional.

Ahora, con la detención del general de más alto rango que se tenga memoria, como lo es Salvador Cienfuegos, las dudas brotan en torno a la lealtad y honorabilidad de nuestras fuerzas armadas.

La corrupción no distingue rangos ni jerarquías, y los mexicanos nos sentimos más vulnerables ante las revelaciones que rodean la detención de este militar de alto rango.

Lo cierto es que la detención del general Cienfuegos tendrá fuertes repercusiones en ámbitos como la relación México-Estados Unidos, y la propia del poder civil con el poder militar.

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

Otras Noticias