Amante del Buen Comer®
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Una buena colega de la oficina tiene la simpática frase de “con café en mano”. Cada que la dice, me la imagino reconfortada con su taza, aspirando el aroma y bebiéndola felizmente, no importando el contexto a su alrededor. Muchos saben que, a pesar de ser amante del buen comer®, no soy aficionada del café y, por lo tanto, solo lo tomo cuando el antojo me invade. Con base en ello, es que he decidido adoptar esta linda frase, pero con lo que a mi me reconforta… el té.
La leyenda del origen del té también es cálida y bonita. Se dice que un día, hace más de 5,000 años, el emperador chino Shen-Nung estaba sentado descansando bajo la sombra de un árbol acompañado de una taza de agua caliente para beber. De repente, unas hojas del árbol se desprendieron y cayeron dentro de la taza, dándole al agua un sabor delicado y un toque único. Desde ese día, un sin número de hojas, raíces, plantas y sus concentrados, forman las maravillosas mezclas que repletan teteras y calientan corazones.
Un té siempre es digno de recibir. Más aún, en esta época de encierro, de reflexión, de crecimiento, pero también a veces de tristeza, de nostalgia y de desesperación, una taza al hervor, calientita, repleta de maravillosos aromas, es un delicioso acompañante que abre el olfato y abraza el espíritu.
Además de su rico sabor y su calidez al cuerpo, muchos tés tienen además propiedades medicinales o preventivas para la salud, reforzando el sistema inmune, combatiendo infecciones, entre muchas otras funciones. Bien dicen por ahí que las abuelitas curan todo, entre tes y ungüentos.
Y a todo esto se preguntarán “¿Cuál es el mejor té?”. Mi respuesta es, el que te guste a ti. Como los vinos, hay para todos los gustos y paladares, desde muy suaves y tenues hasta unos fortísimos y atrapadores. La gama de opciones y variedades es amplísima, así que pueden darse la oportunidad de oscilar en todas ellas y regalarse un rico momento.
Aquí les dejo algunos de los tés que han acompañado mi vida y que la hacen mejor:
Té de jengibre
Por las mañanas en ayunas, me gusta apapachar a mi estómago con una tacita de este té. Sus propiedades son muchísimas, desde que es un excelente aliado del sistema inmune, pasando porque ayuda a bajar de peso y a la circulación, así como a combatir la inflamación y al estrés. Si se me antoja más tarde, unas gotitas de limón y una cucharada de miel le darán otro sabor y reforzarán sus atributos para mejorar al sistema respiratorio.
Té de rooibos o té rojo
Proveniente de una hierba que se extrae de arbustos, científicamente llamado Aspalathus linearis, el sabor de este té es de mis predilectos, suave y dulce pero certero y gentil. Aunado a ello, muchas propiedades son las que se le atribuyen, como su eficiencia para atacar los dolores de cabeza, el insomnio y el asma, hasta apoyar para evitar el envejecimiento prematuro.
Té de bugambilia, canela, miel, limón y ajo
Si bien hace mucho que no lo consumo, recuerdo que mi abuela nos lo preparaba cada que algún nieto tenía gripa o tos. El sabor era algo peculiar (sobre todo por el picor que le ponía el ajo), pero la eficiencia del mismo era incuestionable. No había forma de que después de tomarlo, recibir el apapacho y dormir, al otro día no estuvieras listo para otra aventura a lado de los demás primos.
Te de manzanilla
Por simple que parezca, me encanta su sabor. Entre más concentrado, mejor. Parte será porque me recuerda a mi mamá cuando de niña me cuidaba después de alguna comilona de las que me caracterizan, y parte porque cuando lo tomo, en verdad siento el bienestar en mi estómago. Sobre sus beneficios, creo que son de todos conocidos y, en el caso de los aficionados del mundo de la belleza, para las ojeras también es un remedio maravilloso.
Podría seguir con el listado, pero mejor los dejo para que al terminar de leer estas líneas, corran a su cocina, calienten agua, encuentren el té que más les guste, se sienten plácidamente con él, cierren sus ojos, respiren su aroma, deleiten su alma, agradezcan a la vida que estamos vivos y sonrían… todo esto “con tecito en mano”.
¿Cuál es la diferencia entre té e infusión?
Si bien hablo de tés en general, existe una diferencia entre el té y las infusiones. Si quieren abundar en el tema, aquí un interesante artículo con la diferencia.
Amante del Buen Comer®
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