Twitter: @AGuerreroMonroy
A la fecha más de 60 elecciones en el mundo han sido pospuestas por el avance de la pandemia de COVID-19. En nuestro continente, países como Bolivia, Chile, Colombia y Uruguay han agendado nuevas fechas para la celebración de sus elecciones. Otros como México -que tuvo que posponer elecciones para el Congreso en el estado de Coahuila y para ayuntamientos en el estado de Hidalgo por primera vez en 20 años-, se encuentran preparando procesos electorales para el próximo año en un contexto complejo y desafiante. Es preciso anotar que en 2021, se renovarán el mayor número de cargos en la historia de México, en unas elecciones en las que participarán el potencial mayor número de electores para las cuales se requiere proteger la salud de ciudadanos y funcionarios electorales así como garantizar el derecho al voto libre y seguro.
En virtud de ello y con base en investigaciones, estudios comparados y experiencias electorales exitosas en el mundo bajo esta nueva realidad y en países de la región como la llevada a cabo recientemente en República Dominicana -en la que la OEA desplegó una Misión de Observación Electoral-, la Secretaría de Fortalecimiento de la Democracia de la OEA a través del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (DECO) comandado por Gerardo de Icaza, han presentado una hoja de ruta que permitirá planear, organizar y gestionar comicios en el marco de una crisis sanitaria que obliga a las autoridades electorales de todos los países a replantear sus procedimientos y protocolos de manera rigurosa ante una amenaza real para la salud de la población.
Ante el riesgo de propagación del coronavirus hacia funcionarios electorales y ciudadanos, la guía elaborada por la OEA no sólo brinda valiosas ideas y propuestas concretas para reducir los riesgos de contagio sino que llega en el momento mas oportuno ante dudas y temores en la organización de elecciones. Esta valiosa herramienta aparece en tiempos sumamente difíciles en los que resulta imprescindible resguardar la continuidad de procesos democráticos en el hemisferio.
La democracia no puede estar en cuarentena y el principal dilema que ha provocado la pandemia en materia electoral es celebrar o postergar elecciones.
Esto último deriva en impactos constitucionales, legales y políticos. La guía señala que “la democracia no debe caer en incertidumbre sino, al contrario, debe reafirmarse a través de señales y acciones concretas”.
Resulta particularmente interesante observar el análisis de los cuatro elementos necesarios para evaluar y adoptar la decisión de posponer elecciones: condiciones de salud, marco jurídico, acuerdos políticos, y agotada la evaluación de riesgos y alcanzados los acuerdos
correspondientes, definir una fecha o rango de fechas que brinde certeza. El documento también hace referencia a las medidas sanitarias para un proceso electoral como las medidas de distanciamiento social individuales y comunitarias así de un marco de acción en el que se advierte que la responsabilidad que asumen los organismos electorales, los actores políticos y los mismos electores, requiere de un esfuerzo común para el éxito del proceso. “La multiplicidad de desafíos para organizar elecciones en tiempos de pandemia excede las competencias y capacidad de la autoridad electoral. Se requiere del compromiso y apoyo de otros actores así como de una necesaria coordinación con otras entidades gubernamentales”.
Sin pretender ser una respuesta única y exclusiva frente a los desafíos que impone la pandemia para los procesos electorales, la guía tiene como objetivo poner a disposición de los Estados Miembros de la OEA medidas sanitarias recomendadas por los organismos internacionales así como un marco de acción
Este útil instrumento de orientación electoral para tiempos inéditos aborda desde la implementación de medidas sanitarias en la organización electoral –materiales electorales, logística, registro electoral, impugnaciones, voto en el exterior y desinfección de equipamiento tecnológico para el registro biométrico- hasta la necesidad de explorar con mayor celeridad el uso de la tecnología como oportunidad para desarrollar aplicaciones móviles, sitios web u otras herramientas que pueden funcionar como centros de consulta para el ciudadano, brindar información y permitir la gestión de trámites ante las instituciones electorales.
El Secretario para el Fortalecimiento de la Democracia de la OEA, Francisco Guerrero, ha dicho que:
“Vamos a recordar en unos años estos momentos históricos como los de mayor prueba para la democracia en la región así como la gran capacidad de adaptación de las autoridades electorales y de organismos regionales”. Y ha añadido “Estamos acostumbrados a cambiar la llanta del vehículo en plena marcha”.
Esta guía para organizar elecciones viene a confirmar que la democracia no puede estar en cuarentena. Enhorabuena por esta bitácora democrática que permitirá orientar a no sólo a los organismos electorales de la región sino también a los actores políticos y a la sociedad en general de los países del continente. Al final del día el proceso democrático debe continuar con la suma y esfuerzo de todas y todos.
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