Sobre la mesa
Twitter: @gerardohdz_p
El programa Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF) ha sido complejo, en especial por la premura con la que comenzó su operación; un proyecto tan ambicioso que no tuvo un pilotaje y, por tanto, se mejoró sobre la marcha en la que aparecieron los errores.
JCF es un programa con una buena intención, al menos una de las quejas constantes de los reclutadores es la dificultad de encontrar candidatos alineados con las necesidades de las empresas.
¿Cómo medir el éxito de este programa prioritario del gobierno de Andrés Manuel López Obrador?
Sin duda será con la cantidad de jóvenes que tengan mayor facilidad de encontrar un trabajo. No hay que perder de vista que se trata de un proyecto de empleabilidad y no de empleo; eso significa que no se garantiza un puesto al egresado, sino las herramientas suficientes para encontrar una oportunidad laboral más rápido.
Ahora bien ¿Ya se puede medir el éxito de Jóvenes Construyendo el Futuro? A finales de enero, varios medios de comunicación hicieron reflexionar a muchos en torno a esta pregunta después de revelar la tasa de contratación de los egresados del programa; de acuerdo con las notas sólo 2.2% de los aprendices son contratados.
Sin embargo, esto aún es prematuro e incluso obtener la tasa de contratación en estos momentos es precipitado. Ese 2.2% se obtuvo con respecto a los 900,000 aprendices inscritos en el primer año del programa, lo que equivale a 20 mil jóvenes contratados.
Gracias al esfuerzo y dedicación de tutoras y tutores en Protección Civil, #JóvenesConstruyendoElFuturo están más y mejor preparados para apoyar. https://t.co/1hlgH7neDO
— Jóvenes Construyendo el Futuro (@JovConFuturo) January 29, 2020
Pero tener la tasa de contratación no es sencillo, porque no todos los aprendices se inscribieron al mismo tiempo, su incorporación fue gradual y esos 900,000 jóvenes se dieron de alta a lo largo de 2019, eso significa que no todos han terminado su capacitación.
Hasta noviembre del año pasado, la Iniciativa Privada había contratado a 15,000 aprendices de Jóvenes Construyendo el Futuro; es decir, becarios que no habían terminado su año de capacitación y ya tenían un contrato. Una cifra nada mala, si se considera que no tuvieron que esperar a terminar sus 12 meses de entrenamiento para conseguir un trabajo.
En ese momento, no faltó quien contrastó también esos 15 mil con el número total de aprendices inscritos, cuando aún no terminaban su capacitación. Es una fórmula sencilla: si comparas una cantidad chiquita con una más grande, tu porcentaje siempre será bajo, pero en este caso esas cantidades no están en igualdad de circunstancias, porque no todos han terminado su año de entrenamiento.
Para obtener la tasa de contratación general del programa habrá que esperar a finales de 2020, cuando todos los que se inscribieron al programa en 2019 hayan terminado su capacitación, mientras tanto lo ideal es comparar los egresados por mes y los contratados por mes, sin perder de vista que es un proyecto de empleabilidad, no de empleo.
Es un hecho que el mercado laboral no tiene la suficiente capacidad para absorber a toda la mano de obra que egresará del programa. Tan sólo en 2019 se crearon 342,077 empleos, una cifra que confirmó la desaceleración en creación de puestos de trabajo el año pasado.
Para darle una oportunidad laboral a todos los egresados de JCF y sin dejar de generar empleo para el resto de la población, nuestro país requiere crear más de un millón de plazas en este 2020. Pese a que este año el crecimiento económico pinta mejor, es una cifra casi inalcanzable.
Considerando que Jóvenes Construyendo el Futuro es un programa de empleabilidad para determinar su éxito ¿Cuál sería la cifra aceptable de aprendices contratados cuando todos concluyan su capacitación? ¿Cuál sería el tiempo ideal que debe durar un egresado para conseguir un empleo? Esas preguntas son las que debemos plantearnos. Además de las mejoras que deben hacerse para evitar los moches entre aprendices y centros de trabajo o el cobro de la beca sin llevar a cabo la capacitación, entre otros aspectos.
En este 2020, Jóvenes Construyendo el Futuro ya no funcionará con lineamientos, sino con reglas de operación, en las cuales se plantean cambios interesantes en cuanto a objetivos, candados y, protección y seguimiento de los aprendices.
Habrá que estar al pendiente del cierre de este año para medir el éxito del programa.