Twitter: @citlaestrella
¿La vida humana sería posible sin luz? ¿Qué importancia tiene este fenómeno electromagnético en nuestra existencia? Las respuestas son diversas y complejas, van desde una cuestión biológica, física hasta algo emocional y estético.
¿No te has dado cuenta de que la luz permea todo lo que somos y percibimos?
En el Museo Jumex de la Ciudad de México, desde el 22 de noviembre y hasta el 29 de marzo del año en curso, se presenta la exposición Pasajes de Luz, del artista estadounidense James Turrell, quien propone observar el dinamismo de la luz a partir de la creación de instalaciones inmersivas que ponen en juego lo que vemos.
La obra de arte de #JamesTurrell nos reintroduce a la contemplación, dirigiendo nuestra mirada a través y más allá de las imágenes y objetos a la fuente invisible de luz que engendra asombro.
Visita #Pasajesdeluz en el #MuseoJumex.
© James Turrell
Foto: Florian Holzherr pic.twitter.com/MQ59oKj3Bt— Fundación Jumex (@FundacionJumex) February 7, 2020
Turrell explora diferentes facetas del espectro lumínico: Analiza el papel que tiene la oscuridad para hacer patente la luz como un ser tridimensional o físico. Para lograr esto, una pieza consiste en ingresar a un cuarto que solo se haya alumbrado en una esquina, creando ilusiones de figuras geométricas. El autor también recorre la holografía al ponerte frente a un espejo en el que descubres franjas con brillantes colores dependiendo de dónde te ubiques. A su vez, nos lleva hacia la importancia psicológica de la luz: creando espacios saturados de color que se intercalan y dan como resultando diferentes atmósferas, remitiéndonos a cómo la iluminación en un espacio nos adentra a estados de ánimo específicos, por ejemplo en ciertos países donde el invierno es muy crudo, venden Happy Lights que son lámparas para combatir la tristeza durante esos periodos sin luz solar.
Turrell busca llegar a todas las posibilidades que tiene la luz, en su exposición encontramos evidencias sobre su proyecto más ambicioso: Roden Crater, que implicó la compra de un terreno en Arizona, en el cual hay restos de un volcán extinto, y ahí ha trabajado durante décadas para recrear observatorios astronómicos como los que tenían sociedades tradicionales, tales como mayas, egipcios, tlahuicas, incas, por mencionar algunos. Sus maquetas y planos nos ilustran sobre su intención de crear un complejo orgánico que funcione gracias a la luz del cosmos.
No de forma gratuita, la luz ha jugado un papel esencial en el desarrollo de la humanidad, desde el mito de Prometeo que roba el fuego para compartirlo a los mortales hasta la revolución industrial que con el manejo de la electricidad trajo todo el desarrollo tecnológico del que gozamos hoy en día. Somos seres de luz, sin ella simplemente pereceríamos por la falta de calor y alimentos como plantas que realizan la fotosíntesis para sobrevivir.
La pieza central de este recorrido es Ganzfeld, instalación que tiene un costo extra y con horarios determinados para poder ingresar ¿De qué trata? En alemán la palabra significa campo completo, y orienta a un lugar donde impera la privación sensorial. En el caso de la pieza de Turrell, es un área en la cual subes unos escalones y de pronto perderás la percepción espacial y sonora, concentrándote solo en el muro que está enfrente, el cual se iluminará con colores diferentes hasta llegar a crear en tu cerebro ilusiones ópticas o un cierto estado meditativo ¿Esto a dónde conduce? A que la luz es una guía de nuestra realidad, es ella la que nos orienta a creer y afirmar muchos aspectos de nuestra vida. Recordemos el mito platónico de la caverna, o vanguardias artísticas como el impresionismo, realismo y fauvismo que ponen en jaque el papel de la luz en nuestro entorno y mente.
¿Sabías que la piel puede distinguir entre luces de diferentes colores?
A esto se le llama percepción háptica y nos conduce al fenómeno de la sinestesia que se define como una variación o enlace asociativo entre los receptores que orientan la percepción. Esto es, ves algo y de pronto puedes saborearlo, o escuchas algo y de pronto puedes olerlo. Con la luz ocurre lo mismo y Turrell en todo su recorrido nos invita a que nos dejemos llevar por esta capacidad sinestésica que tiene la luz y que de forma ineludible fomenta la creatividad, sensaciones y mindfullness.
La luz implica complejidad, no es solo un recurso para asegurar la sobrevivencia a través de su capacidad energética, también es un elemento que sustenta nuestra espiritualidad y emociones. Cabe recordar que la luz es un ente dual: onda electromagnética (energía) y materia (partícula) por lo que su función en nuestra realidad es profunda, y propuestas como la de James Turrell nos permiten comprenderla -y experimentarla- un poco más allá de lo evidente, adentrarnos en su aspecto sinestésico y cuántico.