Twitter: @ErickValdepenas
Hablar de política suele ser un tema de mucha flojera para los millennials y los centennials; hablar de apps & tech da terror a los boomers y los X´s.
Cuasi treintón, chilango de nacimiento y sateluco de formación, pertenezco a esa generación noventera que le tocó los últimos años donde podías salir a la calle a jugar sin temor; soy parte de esa generación del primer PlayStation, ese al que le ponías un chip y podías jugar Pepsiman; la generación que ha visto gobernar a la derecha, al centro y a la izquierda.
Me tocó ver el triunfo de Fox, el robo de Calderón, las burradas de Peña y el anhelado triunfo de López Obrador.
En el tema político digital he podido ver la influencia de las redes sociales; desde la estrategia en Facebook que hizo Obama, los videos en YouTube de Peña Nieto, los selfies en toalla de Noroña, hasta el Tik Tok de la hoy diputada federal, Nay Salvatori. El tema de YouTube y Facebook estoy seguro que todos los dominan y me atrevo decirlo después de la solicitud de amistad que me envió mi abuela. Pero, ¿qué es Tik Tok?
Tik Tok es una plataforma de origen chino. Fue creada en 2016 por la empresa Bytedance y se auto describe como el principal destino para videos móviles de formato corto. La misión es inspirar la creatividad y brindar alegría. En otras palabras, es una app donde puedes sobreponer voces, cortar videos, actuar, inventar historias, plagiar chistes y pasar horas riéndote con la imaginación de los usuarios. La mayoría de ellos son millennials y centennials que suben ocurrencias a partir de sucesos cómicos y virales.
Desde que López Obrador llegó a la Presidencia de México, ha lidiado con criticas de la supuesta “oposición”. Y digo supuesta porque tristemente lo que existe hoy como contra parte del gobierno, son grupos de poder casi extintos que siguen tratando de defender el sistema arcaico que impusieron durante muchos años.
Podemos ver un priismo derrocado, que pareciera que por fin ha aceptado la gran incapacidad que tuvo para poder gobernar este país y al mismo tiempo vemos un panismo que sigue con la retórica de que México se convertirá en la próxima Venezuela.
Hasta 2018 y desde 1989 la oposición en nuestro país fue liderada por los partidos de izquierda y créanme, lo hicieron muy bien a pesar de la falta de recursos electrónicos y económicos.
El PRI y el PAN, durante esa época, mantuvieron lazos de poder con los que se enriquecieron a costa del erario público de todos los mexicanos. Estoy seguro que si las redes sociales en esos tiempos hubiesen tenido el auge que ahora tienen, el PRIAN hubiera desaparecido desde hace mucho.
Hablar de oposición nos puede remontar a 2002, cuando el hoy Presidente de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar era líder del Barzón e irrumpió el palacio legislativo. Entrando con su caballo para defender los derechos de los campesinos que Vicente Fox estaba vulnerando; otro evento que estoy seguro, llega a su mente, fue en 2006, cuando el primer triunfo de López Obrador fue arrebatado por Felipe Calderón y sus secuaces. El pueblo mexicano salió a defender el triunfo y llegó al plantón de Reforma. Cómo olvidar al hoy difuminado PRD cuando en 2013 tomaron el salón del pleno de la Cámara de Diputados para evitar que se votara la reforma energética. Hoy no queda nada de eso, ni siquiera en el PRD.
Hoy la “oposición” representada en los partidos políticos lejos de buscar construir algo positivo para el país, están en una posición de negación ante cualquier situación.
Su parvedad por el bien de México la visibilizan cada que pueden. Si México tuviera una plaga del mosquito con dengue y el presidente declara la aplicación de un programa para eliminarla, puedo imaginar a un Marko Cortés, presidente del PAN, convocando una marcha para apoyar y defender los derechos de los mosquitos portadores del dengue. Este ejemplo burdo representa el actuar de los partidos de oposición en la actualidad.
Estas letra las escribo para visibilizar la falta de oposición que tiene México, no con el afán de criticar a los perredistas que se volvieron satélites de su tan ex odiado PAN; mucho menos señalar a los calderonistas que buscan formar un partido político para poder seguir viviendo del erario. Lo hago porque en democracia es necesaria la participación de todos. La falta de oposición crea actores omnipotentes que a la larga se vuelven un peligro y en el mundo existen ejemplos claros de este fenómeno. ¡Ojo! Soy simpatizante de la Cuarta Transformación, estoy a favor de la democracia y creo que necesitamos una oposición que de la talla, sin eso ¿cómo haremos una real democracia?
Los que usan Tik Tok, en la mayoría de los casos, hacen parodias de eventos ya vividos, no es necesario tener experiencia para poder elaborarlos, los usuarios se basan en actuaciones ya establecidas y difícilmente crean contenido original o audios nuevos. Así funciona también la oposición en nuestros país, difícilmente crean contenido original, se basan en lo que ya esta dictado o grabado y no proponen nuevas ideas.
Luego de un gran año de gobierno, la vacante de oposición sigue vacía, esa bandera no la ha podido levantar nadie, esa imagen se agotó cuando la izquierda llegó al poder.
En nuestro país el periodismo hace más oposición que los partidos políticos.
La verdad es que los tiempos cambiaron, si no se reinventan, si no generan nuevas ideas y formas novedosas de hacer política, los partidos opositores a la Cuarta Transformación seguirán siendo un video mal hecho de Tik Tok.