Twitter: @jonasartre
Entiendo que no entiendan. No lo justifico, pero es quizá, la prohibición de drogas en occidente uno de los consensos generalizados sobre política pública, que han permitido un sesgo ideológico y una incorporación tanto de un léxico impreciso, como la mezcla de una serie de presupuestos basados en estereotipos y verdades a medias. En esta ocasión, reflexionaré puntos generales sobre el contexto de la ciudad y las políticas públicas de drogas. En especial la llamada: Estrategia de atención integral del consumo de sustancias psicoactivas del Gobierno de la Ciudad de México, anunciada el viernes 24 de enero.
Desde las agendas internacionales, el llamado “nuevo paradigma sobre drogas” ha permeado en las agendas políticas locales y se ha convertido en una forma fácil de establecer una narrativa innovadora, que en algunos casos han sido políticas con apuestas dudosas.
Una de las principales políticas blandas fallidas de este tipo, ha sido la implementación de las reformas en el año 2009 contempladas como Ley Narcomenudeo, la cual no logró separar los mercados, abusó del sistema penal con la figura de delitos contra la salud en modalidad narcomenudeo. Fenómeno que ha fomentado una narrativa de chivos expiatorios, así como incrementar el número de grupos violentos dedicados a la venta de drogas para el mercado local, habiendo una mayor disponibilidad de sustancias psicoactivas ilícitas, oferta de tratamiento limitado, y promoción de un esquema de corrupción/extorsión policiaca.
En este orden de ideas, el desmantelamiento de ciertas políticas, o propuestas anteriores a la llamada Cuarta Transformación, ha llegado al ámbito local de la CDMX para las políticas de drogas, y en un esfuerzo por integrase a la campaña denominada Juntos por la Paz. La ciudad ha presentado un proyecto de reactivación de los antiguos CAPAS o Centros de Atención a las Adicciones.
¡Por una cultura de la paz y la no violencia!
Hoy presentamos la Estrategia de Atención Integral del Consumo de Sustancias Psicoactivas, con una perspectiva enfocada en la atención especializada, la salud mental y la inclusión.
Conócela ? https://t.co/qt5dt6KmaP pic.twitter.com/KdVqYPX1W1
— Gobierno CDMX (@GobCDMX) January 24, 2020
El proyecto de atención anunciado, aunque suena ambicioso es tramposo, poco claro, confunde y simplifica términos como: rehabilitación, terapia, reducción de daños y mantiene un orden patologizante y estereotipado del consumo de drogas. Aún y cuando se menciona el continuum de uso de drogas; uso abuso, dependencia. Durante la conferencia de prensa los funcionarios no supieron explicar, ni ofrecer datos actualizados a los periodistas sobre indicadores básicos de consumo como las prevalencias de uso de drogas desprendidas de la ENCODAT 2016 o de la Encuesta de Estudiantes, incluso la titular de Salud CDMX llegó a mencionar que -no había datos sobre el aumento en el consumo de metanfetamina en la ciudad. Así mismo, la conferencia consistió en una serie de cantinfleos, por parte del titular del IAPA, DIF, y SALUD, quienes no explicaron los tipos de prevención, o las estrategias de reducción de daños aplicados, y se limitaron a mencionar el uso de materiales o “pruebas rápidas” por parte de la Clínica Condesa.
En este tenor, la titular de la CDMX señaló que se gastarán 64 mil millones de pesos adicionales para pago de salarios de personal, cuestión que contrasta con la realidad. Pues las instituciones parecen ignorar o parecen hacerse de la vista gorda, sobre el déficit de personal calificado o la ausencia de datos con investigación epidemiológica.
El programa estará enfocado en población de 12 a 65 años, y sería interesante señalar que funcionará con el modelo “ tradicional (lo que eso signifique) y el modelo de reducción del daño. En la presentación, quedó sin ser claro, cuáles serán las estrategias de reducción de daños utilizadas como podrían ser: sitios de consumo supervisado, estrategias de testeo de sustancias, alertas tempranas, educación sobre drogas con enfoque en el placer y la experimentación más que en la “información farmacológica”, terapias sustitutivas con cannabis, metadona, propuestas clínicas de tratamiento con psiquedélicos o micro dosis para dependientes graves en sufrimiento social.
A manera de conclusión señalaría que se espera la perfecta cacofonía en la CDMX, una orquesta robusta con nuevo presupuesto, discursos elocuentes, con resultados pobres. Ojalá me equivoque.