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Aunque técnicamente no irá a un juicio público en Estados Unidos, Genaro García Luna sí se sentará ante fiscales estadounidenses. Lo que ahí diga, sí cimbrará la política antidrogas binacional México-Estados Unidos.

Vamos por partes. Lo que se dijo en los juicios contra Vicente Zamba “Vicentillo” y Jesús “Rey” Zambada, hijo y hermano del poderoso Ismael “Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, puso en el patíbulo a García Luna. Ellos explicaron, y se hizo de manera pública, los nexos de su Cártel con las autoridades.

En el libro El Traidor, el diario secreto del hijo del Mayo, escrito por la periodista Anabel Hernández, se hizo una radiografía de la colaboración gobierno-narco para permitir que estos últimos “fundaran” empresas exitosísimas. Casi a la mitad de este texto, se entiende que García Luna, el otrora “súper policía” mexicano fue durante muchos años la columna vertebral de ese entramado.

Ahora, el ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública en la era de Felipe Calderón está en la misma cárcel y la sala donde el “Chapo” fue sentenciado a cadena perpetua. Será juzgado por el mismo juez (Brian Cogan). Lo que diga, será una bomba.

Analistas apuntan varios nombres. En primer lugar, el de los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa. Luego, podría entrar una cascada de ex policías que estuvieron al servicio del crimen organizado.

Ramón Eduardo Pequeño García, ex jefe de Inteligencia de la Policía Federal y quien formaba parte del círculo más cercano de García Luna desde la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) en el sexenio de Vicente Fox. Curiosamente, cuando fue titular de la División de Inteligencia de la Policía Federal, de 2013 a 205, se dio la segunda fuga del “Chapo” de un penal de Máxima Seguridad. Esa vez, de Almoloya de Juárez, Estado de México, a través de un túnel de cerca de un kilómetro. ¿Casualidad fortuita o causada?

Hoy todo es incógnita. Hoy muchos tiemblan. Incluso, Fox, quien había sido un férreo crítico de “Lopitos”, sobre todo en redes sociales, lo ha felicitado por la aprobación del T-MEC y la buena relación que ha tejido con Donald Trump.

Lo que diga García Luna va cambiar la configuración en el combate contra el narcotráfico. Podrían caer cabezas, incluso, de la DEA, el FBI y la CIA. En México, se van a quebrar las instituciones encargadas de impartir y procurar justicia. Habrá investigaciones y los posibles corruptos ni siquiera sabrán por dónde lleguen las órdenes de aprehensión. Quizá lleguen en un viaje de placer cuando estos personajes inombrables pisen suelo norteamericano…por puro placer.