Después del informe: ¿México está Feliz?

viernes, 6 de septiembre de 2019 · 08:40
Twitter: @pilyvmoran Se cumplieron nueve meses en que los mexicanos vivimos un proceso electoral en el que a muchos ciudadanos se les vendió la esperanza de un cambio verdadero, muchos legítimamente creyeron en ese proyecto de gobierno y muchos otros impulsados por él resentimiento y el enojo creyeron que esa alternativa era la que salvaría a México. Andrés Manuel López Obrador llega a su primer informe de gobierno con un problema: la cuarta transformación (4T) no está transformando lo que debía, ni la economía, ni la política de caciques de México y mucho menos las brechas sociales.
Mucho deberá cambiar para que el legado del Presidente Andrés Manuel sea positivo. Hoy la 4T es un fiasco.
Nadie espera que México se transforme en un año, por supuesto, pero al tiempo de su primer balance de gobierno, el Presidente López Obrador no ha cumplido sus grandes planes de campaña. Si propone transformar México, debe estar a la altura de su promesa. Para hacerlo, o al menos intentarlo, el propio AMLO debe cambiar: en lugar de reinterpretar a un caudillo del viejo régimen, debe ser un estadista. Nada va a transformar a México, si comienzas un gobierno destruyendo obras y eliminando programas y ayudas sociales, sin antes hacer un análisis previo para mejorar lo que ya está. A continuación les voy a mencionar unos datos que no escuchamos en el informe, porque claro, el Presidente siempre tiene otros datos: La cancelación de un Aeropuerto NAICM, una obra millonaria con lo que se tiraron miles de millones de nuestros impuestos a cambio de nada La cancelación de programas como PROSPERA que beneficiaba a 24 millones de Mexicanos en situación vulnerable, La cancelación del programa de -ESTANCIAS INFANTILES- dejando sin apoyo a miles de madres trabajadoras. El retiro de apoyo a investigadores y becarios del CONACYT con lo que se le cierra la puerta al desarrollo de la ciencia a nuestro País. El retiro de apoyo a la Cultura y el Arte. El retiro de los Fondos del Instituto Nacional del Emprendedor, con lo que miles de jóvenes ya no contarán con el apoyo para poder iniciar un negocio. El recorte presupuestal al sector salud con lo que ha dejado sin medicamentos a miles de pacientes con enfermedades La desaparición del fondo minero dejando sin apoyo para el desarrollo de infraestructura en los municipios del País. El despido de personal capacitado y especializado en combate al crimen organizado, con lo que ha aumentado los secuestros y los asesinatos. Una nueva reforma educativa que le entrega el total control a los maestros de la CNTE. La cancelación de las licitaciones para la generación de energías limpias, regresando al uso del carbón contaminante. Si Andrés Manuel López Obrador quiere que la realidad se base en  su capricho solo profundizará la fragmentación y su transformación se reducirá a más de lo mismo: el México heredado del PRI. El presidente adeuda respuestas económicas, políticas y sociales. El desempeño económico ha sido terrible, en parte afectado por la previsión global de recesión, pero sobre todo porque la 4T es una antología de promesas sin cumplir. No ha habido renovación política, sino una tremenda profundización de los viejos vicios de la política mexicana —verticalismo, caudillismo, autoritarismo— y algunas importaciones de los populismos de moda. El escenario social tampoco ha cambiado: La división de la Sociedad Civil no se resolverá por decreto presidencial y el mayor actor civil de estos días —el feminismo—el desafío más grande y al  que el gobierno mexicano no le ha dado una importancia.
Este gobierno llegó para destruir lo que años costó a miles de mexicanos construir.
No se le ve a este gobierno ni las capacidades ni los talentos para construir un nuevo sistema institucional. Después del informe: ¿México está Feliz?

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