Jóvenes Construyendo el Futuro y las incomodidades para la STPS

martes, 3 de septiembre de 2019 · 08:01
Twitter: @gerardohdz_p

Sobre la mesa

Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF) es un programa con buenas intenciones, pero tan grande y ambicioso que requería de un pilotaje previo a su operación en todo el país. Esta situación ha hecho que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) haga ajustes sobre la marcha y claro está, las fallas son muchas.

Las fallas del programa son consecuencia de la falta de rigor técnico en su diseño y la STPS le incomoda hablar sobre los moches, el uso como mano de obra barata, el ausentismo y el subejercicio dentro de Jóvenes Construyendo el Futuro. Las autoridades evaden estos temas.

La semana pasada Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) hizo una crítica fuerte hacia la plataforma de transparencia de Jóvenes Construyendo el Futuro con base en un análisis de la información ofrecida en el portal.

Las fallas Jóvenes Construyendo el Futuro son consecuencia de la falta de rigor técnico en su diseño y a la Secretaría del Trabajo le incomoda hablar de moches, mano de obra barata y el ausentismo.

La STPS presentó el apartado de “datos” de la página del programa como una plataforma de transparencia. Sin embargo, el monitoreo de información que hizo MCCI concluyó en que el crecimiento era estadísticamente improbable, pues no tenía variación, prácticamente todos los días se inscribieron el mismo número de personas en las mismas proporciones de edad, sexo y escolaridad.

Lo anterior se observaba a simple vista cuando se ingresaba al portal, el conteo se movía rápido. Pero la organización también detectó que la información ofrecida por la STPS es incompleta, el argumento: no se proporciona la dirección o los RFC de los centros de trabajo que aparecen en las listas. Por ello, la verificación es complicada tanto para las organizaciones como para la ciudadanía.

Eso no es todo, en el caso de las personas físicas dadas de alta como centro de trabajo, no se proporciona si quiera la actividad a la que se dedican. Por tanto, es imposible saber en qué se están capacitando los becarios que están a cargo de Iván López López o Raúl Elías, sólo por citar dos ejemplos que aparecen registrados en lista de Centros de Trabajo de la Ciudad de México en los números 3391 y 4412, respectivamente.

¿Quiénes son? ¿Qué hacen? Son preguntas que no se pueden contestar con la información disponible y la crítica de MCCI es bastante válida en ese aspecto.

La organización también analizó información de la Secretaría de Hacienda sobre el presupuesto del programa, identificaron un subejercicio de 10,474 millones de pesos en el primer semestre de este año y para el cierre de 2019 podría ser de 15,641 millones; es decir, el 39% de los 40,000 millones presupuestados para el primer año de operación. En términos prácticos, ese subejercicio es un dinero que no se alcanzará a gastar y sólo deja en claro que JCF no tuvo una buena programación del presupuesto.

Además, Mexicanos Contra la Corrupción identificó algunos centros de trabajo en la Ciudad de México y realizó visitas. Esto fue lo que encontraron:

  • Centros de trabajo difíciles de ubicar.
  • Direcciones con espacios distintos al centro de trabajo.
  • Centros de trabajo que aparecen en el registro, pero negaron estar inscritos en el programa.
  • Ausentismo.
  • Retención de la beca / moches
  • Discordancia entre el número de becarios reportados y los presentes en las capacitaciones.
  • Becarios en labores distintas a las reportadas por el centro de trabajo.
  • Despido de empleados y sustitución por becarios.

La STPS tardó dos días en fijar una postura y en un comunicado su posición fue la esperada: negaron todo. Las autoridades laborales mostraron las gráficas originales del comportamiento en las inscripciones (que no aparecen en la plataforma) al programa. También aclararon que los centros de trabajo no constituyen un padrón porque no son beneficiarios directos del programa y compartieron los casos de empresas no encontradas por MCCI para demostrar que sí existen.

Sin embargo, en el comunicado de la STPS titulado “Dichos y hechos de Jóvenes Construyendo el Futuro” no hablaron sobre el subejercicio. Tampoco aclararon los casos de los empleados sustituidos por becarios y mucho menos abordaron el tema de los moches o retención de la beca. Todos estos casos que MCCI constató con visitas a centros de trabajo registrados en el programa y que, dicho sea de paso, han sido constantemente reportados en redes sociales.

Al parecer, la Secretaría del Trabajo sólo esclareció lo que podía esclarecer más rápido y una vez más, evitó hablar de los puntos negativos del programa.

Fallas que sí existen y son propias de la premura con la que inició, productos de la falta de pilotaje y reglas de operación. En conclusión, la ausencia del rigor técnico que debe tener una política pública para garantizar buenos resultados en el público que atenderá.

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