Chairos contra fifís; fifís contra chairos

martes, 3 de septiembre de 2019 · 08:11
Twitter: @RicardoSolano_ Deberíamos hacer un alto. Entre tanta polarización no nos hemos permitido considerar qué buscamos como sociedad y cómo queremos alcanzar esas metas. El discurso que domina al mundo es ellos contra nosotros, no importa en qué lado del espectro político se encuentre el actor que se adueña de este mensaje. Las derechas contra las izquierdas, los liberales contra los conservadores, las izquierdas contra las derechas y los conservadores contra los liberales.
Entre tanta polarización no nos hemos permitido considerar qué buscamos como sociedad y cómo queremos alcanzar esas metas.
[caption id="attachment_69962" align="aligncenter" width="480"] Fuente: YouTube/Canal Once[/caption] Hemos permitido, como sociedad, que sea la mercadotecnia quien gane elecciones. Hoy es mucho más estudiada la forma cómo se dan mensajes que el contenido de esos mensajes. Vemos consultores políticos trabajando igual para las izquierdas que derechas con el puro afán de ganar elecciones, sin contenido propio, sin congruencia, sin valores, sin ética. Mensajes vacíos de contenido pero que llegan al pueblo y logran que el ciudadano de pie se identifique con ellos para ganar votos.
Hemos banalizado la política y la hemos convertido en el negocio de la imagen más que del contenido de las ideas.
Así, por ejemplo, la idea de gobiernos más austeros seguro le llega al corazón del pueblo, pero no es cierto que eso mejorará la calidad de vida de los ciudadanos; como claramente lo hemos visto. Queremos austeridad porque hemos visto el despilfarro. Yo mismo pude ver como una secretaria de Estado llevaba a su hija a compromisos oficiales en aviones del gobierno por el simple hecho que de la hija quería ir. Entonces, claro que había extravagancias dentro de los funcionarios públicos. Así también les puedo contar de un subsecretario que gustaba de salir solo, sin ningún tipo de escolta, a caminar por el Centro Histórico, en contraste con otra subsecretaria que ocupaba varias camionetas para salir de Cancillería. Por supuesto que una sociedad con una clase media muy mermada, pero, sobre todo, una clase media que en nada puede compararse a aquellas de países de primer mundo, y con millones de personas viviendo en la pobreza, un discurso que gire en torno a quitarle privilegios a uno cuantos gana adeptos. Estamos viendo cómo domina el discurso basado en el revanchismo, en cómo quitamos privilegios (ganados o no) más que en cómo podemos -todos- llegar a un mejor nivel de vida.
¿Es verdad que los altos funcionarios ya no gozan de privilegios?
Bien es cierto que la ética ha quedado de lado en el servicio público desde hace muchos años. Sin embargo, el actual gobierno no está haciendo nada por recuperar esta ética. Ni siquiera voy a mencionar la forma tan descarada cómo los funcionarios de la presente administración nos mienten a diario. Sino que ni siquiera hubo ética en la formulación de los documentos de planeación de los trabajos de esta presidencia. Ningún documento emitido por el actual gobierno sirve como referencia para la planeación de metas y objetivos. Incluso si la meta fuera terminar con el neoliberalismo, tendría que haber directrices, metas y objetivos en cada dependencia para llevarlo a cabo. Así, seguimos viendo que es más importante la imagen que da el gobierno que las ideas y contenido de sus acciones ¿Es verdad que los altos funcionarios ya no gozan de privilegios? Dejemos a un lado el negocio de la imagen y exijamos tanto a funcionarios como candidatos y partidos políticos que aporten contenido a sus ideas, que nos expliquen los cómo, cuándos, porqués y para qués de sus propuestas y acciones de gobierno. Nos corresponde, como sociedad, madurar en este sentido. Dejemos de ser parte del mediocre discurso de chairos contra fifís o fifís contra chairos.

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