La lucha del pasado es el derecho ganado

Twitter: @bufalolmangas Últimamente me sorprenden expresiones de amigos y compañeros bastante enojados con las mujeres: “pinches locas”, “nada más andan haciéndose las víctimas”, “esas feminazis solo quieren llamar la atención”, “esta es una modita que agarraron de un tiempo para acá”. Lo más reciente es la descalificación a Greta Thunberg: una porque es una adolescente, la segunda y más sorprendente es por el hecho de ser mujer. Bien, supongamos que detrás de ella estén empresarios multimillonarios que buscan posicionar negocios ambientalistas o una agenda política con énfasis en industrias ecológicas. Al menos yo no le veo el problema a una “fuerza siniestra” que busca acabar con los monopolios dependientes del petróleo o que destruyen recursos naturales. La molestia, lo incómodo, radica en el hecho de que actualmente las mujeres han tomado el protagonismo sobre lo que afecta no solo su día a día sino al entorno social en el que se desenvuelven. Muy estúpido es el argumento de quienes creen que es una “moda” reciente, cuando son cuatro siglos en los que las mujeres han luchado por sus derechos, por decidir sobre su cuerpo, por mejores sueldos, por la equidad de género. Un poco de historia: en el siglo XVIII, Olympia de Gouges presentó el primer antecedente con la Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana; ella pedía dignidad, derechos y libertades, pero halló la muerte.

Q rico saber q 225 años después de mi muerte todavía se sigue luchando por los derechos de todos por igual!!?? ánimo a todxs pic.twitter.com/Sq7ayigJ8R

— Olympe de Gouges (@olympedegouge16) May 27, 2018

El 8 de marzo de 1857 estalló la gran huelga en Nueva York, donde cientos de mujeres exigieron garantías para seguridad en el trabajo. Pasarían poco más de 100 años para que en 1947 se realizara por primera vez la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. En México fue hasta 1953 que se tomó en cuenta el derecho a votar y ser votadas para las mujeres. Durante 1975 se declaró el Año Internacional de la Mujer, a lo que siguió la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer en la Ciudad de México. Con todo lo anterior podríamos estar hablando que en la actualidad la discriminación y la violencia hacia la mujer deberían estar superados; sin embargo, apenas discutimos el derecho al aborto seguro. Realmente se aplaude que un estado como Oaxaca apruebe la despenalización del aborto. Es una gran noticia y al mismo tiempo resulta triste que únicamente dos entidades —en pleno Siglo XXI— de México cuenten con esta garantía.

#Oaxaca se convierte en el segundo estado en despenalizar el aborto, 24 votos en favor y 10 en contra, se despenalizó el aborto hasta las 12 semanas. #AbortoLegalOaxaca pic.twitter.com/k9Be8F3UPk

— Sofy Valdivia (@sofyvaldivia) September 25, 2019

“¡No queremos más muertas por prácticas clandestinas! ¡Nunca más una niña o mujer condenada a parir a riesgo de su propia vida! Nuestros derechos, no se negocian ni se consultan. ¡Vamos a sacar nuestra legítima y muy digna rabia!”, gritaban las activistas y lo seguirán haciendo hasta que nuestra sociedad las escuche, las respete en su totalidad. Dentro de estas noticias hay que resaltar una muy relevante en tiempos de ciberacoso: la Ley Olimpia, aprobada en 11 estados y en la que se estipula castigos contra personas que incurran en delitos que violente la intimidad sexual. Su principal impulsora ha sido Olimpia Coral Melo, quien sufrió de discriminación luego de que un video suyo se volviera viral. Ella cuenta que en cierto momento el dolor la llevó a pensar en el suicidio, pero el apoyo de su madre y amigos cercanos la llevó a luchar por el derecho a que se respete la intimidad de las mujeres. Paciencia, quizá a esta generación de mexicanas les toque luchar, pero ese esfuerzo va a darles a sus hijas y nietas un futuro más equitativo.