Metanfetamina: desafíos y estereotipos

Twitter: @jonasartre La metanfetamina es quizá uno de los estimulantes ilícitos que más suelen asociarse con consumos problemáticos, y su tratamiento político tiene un foco primordial respecto a la rentabilidad de su mercado ilícito y los usuarios de esta sustancia psicoactiva suelen ser identificados estereotípicamente como conflictivos o violentos, tan solo basta googlear las palabras "the faces of meth" para ver este tipo de representaciones negativas dominantes, incluso entre mismos usuarios de drogas ilícitas.

Happy again #methedrine pic.twitter.com/12xnIzGXZn

— Miranda Ruiter (@MiranR) March 10, 2017

En este sentido, la metanfetamina es: una sustancia psicoactiva de carácter estimulante, con efectos eufóricos que fue sintetizada en 1919 en Asia e introducida en el mercado farmacéutico en los años treinta para uso en los tratamientos de problemas respiratorios y se comercializó en presentación de inhalador. Siendo entonces, la metanfetamina muy popular entre los soldados alemanes durante la segunda guerra mundial, así mismo sus gráficos publicitarios de los años 40 y 50 son vestigios de su uso farmacéutico extendido sobre todo entre mujeres con fines estéticos, algunos de los cuales se convirtieron en desordenes de consumo problemático o abusivo. Sin embargo, su restricción legal ha frenado la investigación científica para su aprovechamiento terapéutico, incluso la prohibición de precursores químicos en México como la pseudo efedrina utilizados para la elaboración de metanfetaminas y algunos medicamentos para las enfermedades respiratorias, ha fomentado el uso de químicos análogos más peligrosos para el tráfico ilícito, por lo tanto han eliminado algunos medicamentos eficaces. Actualmente, la metanfetamina se encuentra clasificada por los convenios internacionales y leyes locales como: una sustancia peligrosa, y según la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito UNODC por sus siglas en inglés en el Reporte Mundial de Drogas 2018, señala que hay 33.3 millones de personas que usaron metanfetamina el último año, y también señala que es la segunda mayor amenaza como droga ilícita después de la heroína y derivados del opio, donde actualmente se vive una crisis por muertes a causa de sobre dosis sobre todo de opiáceos-fármacos controlados.

La metanfetamina es la sustancia que mayor aumento ha tenido en términos de consumo entre jóvenes y adolescentes.

Por su parte en México, su control se encuentra en la Ley General de Salud, el Código Penal y el Código Federal de Procedimientos Penales, y según la encuesta nacional de consumo de drogas alcohol y tabaco ENCODAT2016 es la sustancia que mayor aumento en términos de consumo entre jóvenes y adolescentes. Por lo que respecta a la nueva administración gubernamental en un documento disponible en el sitio de la cámara de Senadores titulado: Plan Nacional de Seguridad 2019 se puede leer el siguiente extracto: …El combate al comercio y consumo de "Cristal" tendrá por su parte la mayor prioridad como problema social de salud pública y de seguridad, dada la violencia que su consumo genera….” Siendo claramente un objetivo prioritario para la nueva administración, tanto por su alta disponibilidad, facilidad de elaboración y su posible potencial adictivo. A manera de conclusión, el ideal para el manejo de esta sustancia sería; robustecer y ampliar los esquemas de reducción del daño; los cuales reconocen los posibles efectos adversos o daños de las drogas, tanto personales como sociales, estableciendo que hay personas que no pueden o no quieren dejar de consumirlas, para lo cual se despliegan una serie de pautas como el intercambio de parafernalia, el trabajo de consultoría y orientación para el cambio de hábitos, así como programas que van desde la prevención, canalización y tratamiento, incluso casos sofisticados como los centros de consumo seguro, aprovisionamiento de dosis seguras, terapias de sustitución y servicios de testeo, donde además se podría establecer una nueva narrativa tanto jurídica como higiénica donde los usuarios problemáticos tengan acceso al tratamiento y que los usuarios no problemáticos, experimentales o eventuales tengan espacios para satisfacer sus necesidades respecto a su salud física y mental.