Muro de silencio

lunes, 12 de agosto de 2019 · 08:01
Twitter: @UZETASUM En cada oportunidad que el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, ha amenazado, descalificado, insultado o agredido a México, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha optado por guardar silencio “para evitar la confrontación”. Ni la matanza ocurrida en El Paso, Texas, sacó al tabasqueño de esa zona de confort que le evita entrar en una confrontación directa con el presidente de los Estados Unidos.
López Obrador ha optado por el silencio disfrazado de la ya desgastada expresión de “amor y paz”.
“Soy dueño de mi silencio”, ha dicho una y otra vez cuando ha sido cuestionado sobre la construcción del muro fronterizo, la amenaza de imponer aranceles a los productos mexicanos, la persecución y las detenciones de miles de migrantes mexicanos. Vamos, ni siquiera una crítica ha salido de su boca frente al discurso de odio que Donald Trump ha enfilado contra los mexicanos que cruzan la frontera y que ha sido la semilla del odio y el rencor que se respira en la Unión Americana contra los migrantes que viven y trabajan en aquel país. Desde los tiempos en los que anunciaba su intención de competir por la candidatura presidencial por el Partido Republicano, Donald Trump, lanzaba mensajes violentos contra los inmigrantes mexicanos. "Cuando México envía su gente, no envían a los mejores. Envían gente que tienen muchos problemas", dijo en un acto político celebrado el 16 de junio de 2015. Ahí comentó también que los inmigrantes mexicanos "traen drogas, crimen, son violadores y, supongo que algunos, son buenas personas". En campaña, López Obrador había prometido que al llegar a la presidencia respondería una a una las calumnias de Trump, pero al asumir el poder ha guardado lo que él llama un “prudente silencio”.
Ahora, el discurso de odio y división que se emite a tuitazo limpio desde la Casa Blanca...
Ha cobrado víctimas mortales que un sábado cualquiera hacían sus compras en un Walmart de El Paso, Texas. El joven asesino Patrick Crusius, un hombre blanco de 21 años dejó constancia de ello. Diecinueve minutos antes de que la primera llamada del 911 alertara a las autoridades de un tiroteo contra una multitud en el complejo comercial, apareció en internet un manifiesto lleno de odio contra los migrantes. El texto hablaba de una “invasión hispana de Texas” y detallaba un plan para dividir a Estados Unidos en territorios por raza. Advertía también que las personas extranjeras estaban tomando el lugar de la gente blanca. Se trata del primer ataque violento donde una buena parte de las víctimas son ciudadanos mexicanos o de origen hispano, cuyo único pecado fue atravesar la frontera para ir de compras al complejo comercial donde ocurrió el tiroteo. Este hecho no fue suficiente para que el gobierno de la Cuarta Transformación y su líder máximo emitieran una condena al discurso de odio que llevó al joven tejano a tomar un arma y perpetrar este sangriento atentado. Tanta “prudencia” lo único que está construyendo es un muro de silencio que aísla al gobernante de la realidad y lo aleja del sentir general de un pueblo agraviado por las bravatas de un bully profesional como Donald Trump. Y lo que nos falta presenciar con la temporada electoral que viene en Estados Unidos, donde demócratas y republicanos le pegarán con todo a México para ganar adeptos y obtener el poder en las elecciones presidenciales del lejano noviembre de 2020.
¿Seguiremos hasta entonces guardando un prudente silencio?
   

Otras Noticias