Si tu desempeño sexual quieres mejorar, tu exceso de grasa corporal deberás controlar
Te preguntarás, ¿mis kilitos de más que tienen que ver? Pues déjame decirte que mucho, aquí te explico porqué y cómo puedes mejorar este aspecto de tu vida.
Disfunción eréctil, una consecuencia más de la obesidad
Dejemos de creer que, entre más gordito, más sanito; por el contrario, la obesidad es el exceso de tejido graso que condiciona a la aparición de más enfermedades como diabetes, problemas cardiovasculares y otras más, pero menciono éstas, por el papel que desempeñan en esta condición que afecta la vida sexual.
- Diabetes: esta enfermedad mal llevada tiene repercusiones en los vasos sanguíneos y los del pene no se salvan, favoreciendo a la aparición de disfunción eréctil; además el nivel de energía se ve mermado y con ello el deseo sexual.
- Problemas cardiovasculares: al tener hipertensión, triglicéridos y colesterol elevados se puede ver afectada la erección del pene, por los daños en las paredes de los vasos sanguíneos.
Fuente: infosalus.com[/caption]
Más grasa corporal-menos testosterona
Para tener un buen rendimiento sexual las hormonas tienen un rol muy importante, y en este caso el de la testosterona especialmente; esta hormona tiene la función de dar caracteres masculinos, formación de tejido óseo, favorecer la fuerza y energía corporal, salud cardiovascular, etc.
El problema llega cuando hay un exceso de grasa y especialmente en la zona abdominal, donde hay una alteración en la proporción hormonal; la testosterona baja y los estrógenos aumentan, este desequilibrio provoca la disminución del deseo sexual o impotencia; lo cual afecta la salud sexual de quien la padece.
El exceso de peso repercute en la condición física y seguridad
No es una regla, pero en ciertos casos el exceso de peso afecta la seguridad para mostrarse en el momento de intimidad o si además del exceso de peso no se realiza ejercicio, la condición física se compromete, teniendo un bajo rendimiento.
¿Qué puedes hacer?
Mucho en realidad, toma nota:
- Un chequeo médico no está demás, y esto es para descartar cualquier condición antes mencionada, como: diabetes, hipertensión, colesterol o triglicéridos altos.
- Empieza a moverte más. No necesariamente una rutina de gimnasio, puedes caminar más, nadar, usar la bicicleta o si te convence inscríbete a clases o al gimnasio donde te ayuden a la pérdida de grasa y mejorar tu condición física.
- Evita los excesos, bájale al alcohol, cigarro, comida procesada, refrescos.
- Come lo más sano posible, esto es: más verduras, frutas, pollo o pescado, huevo, y grasas buenas como aguacate, nueces, almendras, para favorecer la producción de testosterona.
Clave: La combinación de una buena alimentación con ejercicio de fuerza, te ayudarán a tener buena estructura muscular y con ello habrá un aumento de testosterona aunada a la pérdida de grasa constante.
