Europa: Nuevas caras para tiempos de incertidumbre

miércoles, 17 de julio de 2019 · 08:11

Por Diego Solís Rodríguez

Twitter: @diegosrdz Hace casi un mes se celebraron las elecciones al Parlamento Europeo. Hace un par de semanas, tras el cónclave europeo en Bruselas, ha terminado aparentemente, el « juego de las sillas ».  Al día de hoy conocemos a las cuatro posibles nuevas caras que dirigirán a la Unión Europea. Como cada ciclo, los nuevos rostros en las instituciones europeas significan aires de esperanza pero también de recelo y desconfianza. Por ejemplo, que dos mujeres aspiren a los puestos más importantes como Christine Lagarde, la ex Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, sea la próxima sucesora de Mario Draghi en el Banco Central Europeo ; y recelo de que en ninguno de los puestos claves hay representatividad por parte de los miembros del Este o del Báltico. En esta sección de Opinión, mi colega Alejandro Guerrero Monroy de COMEXI, comentaba sobre el perfil Ursula Von der Leyen, primera mujer en aspirar a presidir la Comisión Europea desde su fundación en 1958.
Esta semana el Parlamento Europeo se prepara a votar su candidatura, misma que no ha sido del todo aceptada por varios grupos parlamentarios como los Verdes que ya han hecho pública su negativa a apoyarla y divide a los Socialistas y Liberales. De 747 eurodiputados, Von der Leyen necesita 374 votos, una cifra un poco complicada, pero no imposible de lograr. Por ello en estos días, la candidata ha hecho una dura campaña en el seno de las instituciones europeas : sabe que el descontento que despierta por no haber sido una en la lista de los « Spitzenkandidaten », puede posponer su nombramiento hasta septiembre o presentar incluso, un nuevo rostro.
Las propuestas de Von der Leyen no emocionan ni encuentran el eco suficiente.
En su intento por lograr el apoyo de los Socialistas y Liberales, ha propuesto un seguro de desempleo para apoyar a países miembros afectados por posibles crisis aisladas que no afecten a todo el eurogrupo. También propone reducir las emisiones de CO2 hasta en un 50% hacia 2030, 10% más al objetivo planteado para ese mismo año. También propone analizar la posible adhesión de Albania y Macedonia del Norte y sobre el Brexit, mantener la línea de acción de prolongar la salida del Reino Unido de ser necesario. Propuestas que en lo general no concretan un cómo y son propuestas que ya se han presentado en la pasada legislatura pero no encontraron voluntad política suficiente para concretarse.
Europa se encuentra en un proceso de redefinición.
Al interior el Brexit ha ocasiado un desgaste en las instituciones europeas y entre sus socios. Los valores europeos están en constante cuestionamiento por aquellos miembros que desean menos integración y más soberanía. Es una Europa con una economía desacelerada junto con una población que envejece rápidamente.  Al exterior, Europa se sabe indispensable para defender el orden liberal, para proteger y salvaguardar al multilateralismo y al sistema internacional de comercio, y se sabe en desventaja frente aliados como Estados Unidos y adversarios como China o Rusia. Hace treinta años Europa no era la misma: El muro de Berlín caía, la ola democratizadora llegaba a todos los rincones del Este del continente, internet ofrecía sociedades abiertas y libres. Treinta años después, el modelo europeo enfrenta fuertes fracturas con sociedades polarizadas, con grandes agitaciones nacionalistas y populistas. Sea cual sea el resultado de la elección de Von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea,  los retos que enfrentará son grandes al igual que el de los tres líderes europeos restantes.
*Diego Solís Rodríguez es Licenciado en Relaciones Internacionales por el ITESO y candidato a Maestro en Estudios en Asuntos Europeos e Internacionales por la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Lille, en Francia.